Entró como administrativa hace seis años y ha terminado haciendo de todo: comercial, creativa, diseñadora, contable. Mayka es el alma de la empresa que está iluminando más de treinta municipios y barrios almerienses esta Navidad (Ilumiluz), entre otros Mojácar (junto a otra empresa). De las luces vemos la parte bonita que ilumina los momentos más emotivos y festivos de nuestras vidas, pero detrás hay un enorme esfuerzo y días duros de muchas personas creando ambientes que generan estados de ánimo en todos nosotros.
Están en plena temporada, ¿cuándo empiezan a preparar la Navidad del año que viene?
Ya (risas), de un año para otro. Ya vamos viendo lo bueno y los fallos también y empiezo a trabajar sobre eso.
¿Se fijan en otras ciudades o países para inspirarse?
Por supuesto, sobre todo en Italia. Van muy avanzados respecto a nosotros. Lo que se hace ahora en la calle Larios de Málaga por ejemplo se lleva haciendo en Italia hace muchos años. Francia también ilumina muchísimo, Colmar por ejemplo para mí es fantasía pura. Viven la Navidad de una forma más intensa.
¿Cómo es iluminar ciudades?
Hay un trabajo detrás de lo que vemos bestial, que no se ve, pero el resultado es tan bonito…A veces hay muchos contratiempos como días de viento, lluvia, más de 24 kms hora no puede estar nadie subido en una cesta para colocar luces. También es muy difícil contar con el suficiente personal especializado al ser un sector tan estacional.
¿Cómo es ese proceso desde que se les ocurre una idea hasta verlo en forma de figura o arco en una calle?
Una de las primeras cosas es pensar en el coste. Los materiales que más consumimos son LED y aluminio, y es de lo que más se ha encarecido, a parte de otras cosas como el gasoil. Llevamos las ideas al taller, vamos haciendo pruebas hasta que salen y replicamos.
Con la subida de precios, ¿los ayuntamientos andan recortando en iluminación?
Por ahora no, al contrario; quizás lo quiten de otra cosa, a pesar de que se nota una barbaridad la subida. Por ejemplo, cuando un enganche de acometida temporal antes costaba 100 euros ahora puede costar 400.
La iluminación en las calles no tiene nada que ver con la de hace unos años, ha cambiado mucho.
Antes todo eran colorines, a mí no me gusta nada, los colores mejor para las fiestas, porque si no ¿cuál es la diferencia entre unas fiestas de verano y una Navidad? Me encanta la Navidad en tonos blancos cálidos. Antes se ponían unos cuantos arcos y se acabó, y ahora hay más de manda de decorar rotondas y plazas.
Sus luces son testigo de muchas escenas en esas plazas.
Cuánta gente queda en esos sitios como punto de encuentro, cuánta gente se hace selfies, cuantos niños ven por primera vez su Navidad en un parque, o cuánta gente no se da un beso junto a esas luces. Me hace mucha ilusión.
¿Piensan en lo instagrameable que va a quedar una iluminación a la hora de diseñarla?
Sí, totalmente. Tenemos un sillón iluminado, a veces con alas como ahora, en San Valentín con un corazón, otras veces con frases, y no sabes la cantidad de gente que se ha podido hacer fotos en ese sillón para sus redes sociales.
¿Para usted qué significa iluminar?
Hemos perdido ilusión por muchas cosas, no tenemos consciencia de lo que vivimos, y para mí es intentar mantener la ilusión. La Navidad es calma y es muy necesaria para volver a empezar un año. Nosotros ayudamos a que eso ocurra.
¿De qué figura se siente más orgullosa este año?
Siempre es mi favorita y además fue una idea mía traerla, nos costó meses trabajarla. Es el cono de bolas de la rotonda de la BMW en Huércal, es una pasada, estoy enamorada de él. Lo vi de unos italianos.
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