“La Ley de Bienestar Animal es ideológica y ambigua, nos deja desamparados”

Yasmina Domínguez, presidenta de los veterinarios almerienses, advierte sobre el texto legal

Yasmina Domínguez, el pasado jueves en el desayuno de presentación del anuario de colegios profesionales de La Voz.
Yasmina Domínguez, el pasado jueves en el desayuno de presentación del anuario de colegios profesionales de La Voz. Julián Alfieri
Miguel Cabrera
18:30 • 25 feb. 2023

Yasmina Domínguez, presidenta del Colegio de Veterinarios de Almería, ha alertado de las graves consecuencias que puede traer la nueva Ley de Bienestar Animal que está a punto de entrar en vigor. Partiendo de la base de que su objetivo es correcto, pues no es otro que mejorar la protección de los animales, considera, sin embargo, que el texto es “muy ideológico y en muchas ocasiones ambiguo: ¡por su puesto que todos estamos por proteger a los animales, pero dígame cómo, qué hay que hacer y qué hay que cumplir!”, exclama. Y es que, a su entender, el principal defecto de esta normativa “es que no está terminada, va a dejar muchas cuestiones muy importantes por reglamentar, y por tanto nos va a dejar descabezados, desamparados y muy preocupados”. 



Esta falta se reglamentación es especialmente preocupante para los veterinarios en distintos aspectos, como los relacionados con los perros potencialmente peligrosos, que hasta ahora han estado regulados por una ley que quedará derogada. “No sabemos a qué atenernos porque supondrá eliminar todas las medidas que había hasta ahora al respecto”, dice. Y lo mismo ocurre entre los propietarios de otros animales: “Nos están llamando para preguntarnos si tienen que entregar a su loro o a su tortuga, porque no saben a qué atenerse”, dice.



También sobre los canes, la ley establece que “las personas titulares junto con sus perros deberán realizar un test para valorar su aptitud para desenvolverse en el ámbito social”. “¿Pero quién hará este estudio, quién va a decidir sobre el comportamiento, no solo del perro, sino también de su dueño?”, se pregunta la veterinaria. Y también cuestiona que el texto parezca dar validez a determinadas asociaciones que “al parecer podrán evaluar quién puede tener un perro y quién no”.



Yasmina Domínguez es, asimismo, muy crítica respecto a la desprotección en que quedarán los veterinarios con esta ley, puesto que estima que no se les ha tenido en cuenta en muchas cuestiones en las que su papel es fundamental por pura lógica. En este caso, comparte por completo las consideraciones realizadas por el Consejo General de Colegios Veterinarios de España que han sido dirigidas a todos los grupos políticos con representación estatal.



No representados



En este escrito, los veterinarios españoles coinciden con la perspectiva de la presidenta del Colegio de Almería en el sentido de que el colectivo “no está suficientemente representado en la nueva ley” a pesar de ser “una pieza clave”. La ley, por ejemplo, menciona expresamente a los profesionales veterinarios sólo para determinadas cuestiones sanitarias, “pero se obvian en otros aspectos para los que su colaboración es fundamental, como en el asesoramiento en bienestar animal, la identificación del maltrato animal o la elaboración de informes periciales de maltrato como sustento del procedimiento administrativo o jurídico penal”. 



Entre las cuestiones más polémicas de la ley estará el hecho de dejar fuera de su ámbito de actuación a los perros de caza, algo que ha forzado finalmente el PSOE, en contra de la opinión de su socio de gobierno, Podemos, que pretendía incluirlos. Yasmina Domínguez tiene muy clara su postura sobre esta cuestión: “Se han dejado totalmente desprotegidos a estos perros. No tengo nada contra los cazadores, pero al parecer su lobby tiene mucho poder”, señala.



Siguiendo con los aspectos más polémicos, Domínguez es igualmente muy crítica con la nueva normativa sobre la eutanasia, que el texto llama en ocasiones ‘sacrificio’. Los veterinarios se muestran en total desacuerdo, por ejemplo, con que “la eutanasia solamente estará justificada bajo criterio y control veterinario con el único fin de evitar el sufrimiento por causas ‘no recuperables’ que comprometan seriamente la calidad de vida del animal y que como tal ha de ser acreditado y certificado por profesional veterinario colegiado”, como dice la ley. 


En este caso, incide la veterinaria, el texto legal no tiene en cuenta que, aun existiendo causas recuperables, en muchas ocasiones las circunstancias económicas del dueño del animal impiden el tratamiento, lo que puede llevar a un sufrimiento muy importante de la mascota, incluso utilizando medios paliativos. Por ejemplo, en el caso de un animal afectado por una tetraplejía causada por la luxación de un disco cervical puede tener tratamiento quirúrgico pero si su propietario no puede afrontar el pago o no tiene los recursos económicos para el tratamiento, el animal quedaría inhabilitado de por vida sin poder moverse. “Algunos clientes me han llegado a decir que si le ponen el tratamiento que necesita su perro, su familia no podría comer esa semana, o ese mes”, afirma. El problema de la ley es que tienes que si no tienes medios para tratar a tu perro de su enfermedad no puedes tenerlo y deberías cederlo a una asociación, pero esto puede suponer un maltrato, tanto para el can como para su dueño, puesto que se privaría que animal y propietario estuvieran juntos.


Críticas desproporcionadas

A pesar de su desacuerdo en muchos aspectos de la Ley, Yasmina Domínguez cree que algunas críticas de las que ha sido objeto son desproporcionadas. Entre ellas se encuentran las de quienes están afirmando, por ejemplo, que matar una rata en un hogar sería delito en aplicación de la ley, que en su artículo 83 considera como una infracción grave “el sacrificio de animales no autorizado”. “En este caso se lleva la ley a extremos ridículos, puesto que matar a animales considerados como plagas es una cuestión de salud pública, que no tiene ninguna discusión y que está recogido en otras leyes sanitarias”, expone. 


También como conclusión, la presidenta de los veterinarios almerienses cree que en realidad las leyes de protección a los animales que tiene España en la actualidad “serían suficientes si se aplicaran correctamente, sobre todo en la identificación con microchip, que es la mejor medida que puede darse para el bienestar animal, puesto que impide su abandono y permite el control”.


Y mientras se espera que la ley entre en vigor, los veterinarios han constatado que en toda España, también en Almería, se está produciendo estos días un considerable aumento de tráfico de animales, puesto que si se compran ahora no tendrán que cumplir normas que sí afectarán una vez que esté aprobada definitivamente.




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