España estudia el retorno de Siria de una familia yihadista conectada a Almería

La Guardia Civil de Almería descubrió a una familia de Gerona que viajó a Siria en 2015

Mujeres y sus hijos en una zona controlada por Estado Islámico en Siria
Mujeres y sus hijos en una zona controlada por Estado Islámico en Siria La Voz
Javier Pajarón
19:16 • 07 dic. 2022

Hace ocho años, Abu Bakr al-Baghdadi irrumpió en la escena internacional con la proclamación del Estado Islámico desde una mezquita sunita en la ciudad de Mosul, al norte de Irak. Daesh nacía como una escisión de Al Qaeda, curtida en las cárceles irakíes post-Sadam, y como una nueva fuerza de terror en un territorio marcado por la guerra en Siria y el retroceso de las fuerzas aliadas en Irak.  




Su discurso islamista, radical y violento, atrajo a miles de yihadistas desde todas las partes del mundo, incluidas familias españolas radicalizadas. Hoy, los países occidentales afrontan el reto del retorno de aquellos combatientes que aún se mantienen vivos.




El Gobierno negocia en estos momentos el retorno de, al menos, tres de la cuatro familias españolas retenidas en campos de refugiados en el noreste de Siria, cerca de la frontera con el Kurdistán irakí. Son ciudadanas españolas, esposas e hijas de combatientes yihadistas que viajaron a Oriente Medio para enrolarse en el proyecto terrorista de Daesh. Además, están los nuevos hijos nacidos ya en territorio de conflicto.




Entre las islamistas se encuentra una familia descubierta por los servicios de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, en una de las mayores operaciones contra el terrorismo realizada en los últimos en la provincia. La investigación se bautizó como Operación Rueca-Cabo y se inició gracias a los trabajos de inteligencia contra el terrorismo en “objetivos de interés” en la Comarca de Níjar.




La Guardia Civil halló indicios de la existencia de una red dedicada a la captación de fondos para Estado Islámico y del reclutamiento de personas dispuestas a viajar a Oriente Medio para combatir. El paquete completo. Proceso de radicalización, obtención de fondos y viaje a Siria.

Viuda y refugiada



Agentes se trasladaron a Gerona para seguir los pasos de unos hermanos de origen marroquí que, conectados con radicales en Almería, habían iniciado sus actividades como recientes militantes de Estado Islámico.




Entre ellos estaban un matrimonio y dos niñas menores. La pareja tenía trabajo y bienes, pero el 15 de febrero de 2015 dejaron todo atrás y se marcharon a Siria para enrolarse en las filas del grupo terrorista, entonces asentado en una vasta región con capital en Raqqa.




El varón mantuvo contacto con sus tres hermanos en España, donde habían estado residiendo durante más de una década, y solicitó el envío de dinero a uno de ellos a quien había habilitado con un poder notarial antes de abandonar el país.  


Según consta en las diligencias del Juzgado Central de Instrucción número Uno de la Audiencia Nacional, este hermano le remitió 955 euros a través de Western Union el 2 de mayo de 2015, un volante que llegó a nombre de un colaborador sirio con pasaporte de Turquía. Recogió el dinero el 12 de mayo. La maniobra se repitió el 1 de agosto de 2015 con 1.800 euros en Money Gram y el 5 de agosto con 1.000 euros de nuevo con Western Union.


La Guardia Civil y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) intervinieron y cortaron el circuito de financiación del terrorismo. Dos hermanos fueron detenidos en España y se puso en busca y captura al matrimonio desplazado a Siria.


En algún momento del conflicto, el terrorista murió en los enfrentamientos y la mujer quedó viuda. Luego se casó con otro yihadista y tuvo más hijos, justo antes de acabar en un campo de refugiados junto a otras familia españolas con historias similares. Según adelantó El País, España negocia su regreso. Fuentes consultadas por LA VOZ señalan que el problema principal radica en la situación de todos esos niños. Ella, en cualquier caso, tendrá que responder ante la justicia.


El dilema del retorno y los niños

España negocia la vuelta de familias, aunque lleva años navegando en el dilema sobre qué hacer con todas estas personas. Las mujeres tendrán que responder ante la justicia por acusaciones de terrorismo, pero en el caso de los niños existen más dudas. Algunos ni siquiera han nacido en España y otros viajaron a Siria cuando eran pequeños, aunque hoy rondan la mayoría de edad. La gestión de este conflicto es común a otros países, que han resuelto el problema de manera diferente. Mientras unos optan por cortar el contacto, otros tratan de llevar a sus nacionales ante los jueces.



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