“La igualdad no es un chiringuito prescindible, es totalmente necesaria”

Desde hace 2 años dan alojamiento, ayuda y mucho cariño a mujeres en riesgo de exclusión

Beatriz (de pie) y Ana, dos de las fundadoras de Protegidas.
Beatriz (de pie) y Ana, dos de las fundadoras de Protegidas.
Rosenda Mirón
20:59 • 21 may. 2022

Bea, Ana y Paqui (ausente por problemas de salud) no son mujeres corrientes. No lo es quien da la vuelta a su vida para ayudar a quienes más lo necesitan. Ellas, desde siempre vinculadas a la ayuda a menores y mujeres, unieron sus destinos hace dos años para fundar Protegidas, una de las tres asociaciones de Almería que proporcionan alojamiento a mujeres en riesgo de exclusión social con hijos, la mayoría de ellas víctimas de violencia de género. En Protegidas, además, prestan atención psicológica, imparten charlas en centros educativos, formación a profesionales para atender a mujeres agredidas, han creado Escuela de empoderamiento con el Ayuntamiento de Almería y de Igualdad con otros tantos. Sus ganas de ayudar no tienen límites.



¿Hay clichés en torno al tipo de mujer que sufre maltrato?



No hay un estereotipo de mujer maltratada. Seguimos teniendo una idea equivocada de lo que es maltrato: pensamos que es cuando nos dan una guantada, pero esa bofetada es la fase final. El maltrato empieza con violencia psicológica, económica, social, y cuando ya tienen controlada y atada a la mujer, generalmente empieza la violencia física. No se trata de nivel cultural, posición social, sino que por el mero hecho de ser mujer, trabaje donde trabaje, sea de la etnia que sea, puede ser víctima de violencia de género. Se ejerce por el mero hecho de ser mujer. A veces el hecho de estar en determinada posición social hace que se oculte más pero no hay ninguna distinción.



¿Con qué infraestructura contáis?



Tenemos un piso para alojar a las mujeres y sus hijos. Teníamos otro en una zona rural, porque nos interesaba el tema de la despoblación pero en la práctica presentaba muchas dificultades, por ejemplo el transporte, había problemas de incomunicación, así que hemos unido los dos.



¿Tenéis ayuda para sufragar el coste de vuestra actividad?



Nos encontramos un poco solas, hay muy pocas ayudas reales. A la semana nos llaman para entrevistar a 5 ó 6 mujeres y se nos cae el alma al suelo cuando hay que decir que no tenemos plazas. Nos cuentan auténticas barbaridades, situaciones extremas de vivir con un bebé en un coche, convivir con agresores porque no tienen donde ir y estar en una habitación encerradas con los niños… las subvenciones no cubren todas las necesidades ni de lejos. Hay subvenciones que te las dan cuando llevas muchísimo tiempo funcionando y tenemos que poner dinero nosotras.



Estamos en tiempo de elecciones, ¿Qué pediríais a los políticos?

Más ayudas para estos recursos residenciales. Hemos detectado que hay una verdadera necesidad, hay muchas mujeres con menores a cargo y es que si no se les ayuda los menores terminarán en el servicio de protección de menores, porque esas mujeres solas aunque encuentren un trabajo, pagado con 600, 700 euros no hace posible pagar un alquiler, comida, ropa. Se ven abocadas a terminar en la calle, y al final el sistema termina retirando a esos menores. Se necesita por ejemplo una gama amplia de alquileres sociales. En Almería se está pidiendo 750€ por alquileres vergonzosos, cuchitriles, casas pequeñas, destrozadas.


Cada vez hay más agresiones sexuales de menores a menores, ¿qué está pasando?

En las casas se sigue sin hablar de ciertos temas, se siguen considerando tabúes y entonces los niños terminan buscando información donde no tienen que buscarla, en el móvil, el ordenador…

El libre acceso a la pornografía influye mucho. Hay que dar confianza e información en la familia, que puedan entender qué pasa cuando te viene la regla por primera vez, de dónde salen los niños, que puedan tener confianza para contarte algo que les pase es primordial. Cuando tengan una inquietud o duda démosles información, no les dejemos que tengan que buscar en otra persona o acudir a internet.

Hay en general falta de empatía, de valores, por eso incidimos en la importancia de educar desde la base: casa, colegios. Es básico que en los niños haya una educación en valores, pero importantísimo también que haya una educación para los padres, es totalmente necesaria. En talleres que hemos hecho en colegios hemos tenido que cambiarles el nombre porque muchos padres al decir que íbamos a trabajar el tema de violencia de género con los niños dijeron que no llevaban a los niños al colegio.


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