Dormir en el salón para cultivar en la habitación

Las plantaciones de ‘subsistencia’ se multiplican en barrios deprimidos de la ciudad

Registro de la Policía Nacional en la calle de la Reina
Registro de la Policía Nacional en la calle de la Reina La Voz
Javier Pajarón
21:14 • 05 may. 2022

Almería y Granada son los grandes graneros de marihuana en España. La producción de cannabis crece en la provincia gracias a la facilidad para conseguir materias primas e infraestructuras y halla en los mercados europeos una demanda constante para alimentar las cuentas bancarias de los agricultores.




Las fuerzas de seguridad decomisaron el año pasado más de 700.000 plantas de marihuana en Almería, la cifra más alta de su historia. De hecho, la provincia firmaba las tres mayores operaciones contra el cultivo de cannabis realizadas en España hasta  el pasado mes de abril, cuando la Policía Foral de Navarra cortó 400.000 plantas en una macrooperación en el norte.



En la actualidad, la marihuana ‘almeriense’ florece en dos vertientes. Por una parte están los grandes invernaderos, especialmente dedicados al cáñamo industrial, un tipo de marihuana de bajo THC que no requiere los sistemas eléctricos y los enganches.




Y, por otra parte, existen  cultivos de ‘subsistencia’, montados en pequeñas viviendas y sostenidos generalmente por familias en barrios deprimidos de Almería, Roquetas de Mar, Vícar o El Ejido. En esta segunda opción, los productores obtienen marihuana con un THC más alto y, por tanto, de mayor precio. Sin embargo, los cultivos son más pequeños y se colocan en las propias residencias. Dormir en el salón para cultivar en la habitación.

Enganches



Las investigaciones demuestran que a menudo estas familias producen el cannabis que, en realidad, es comercializado o distribuido por mafias organizadas o clanes con tradición en el sector del narcotráfico, como han confirmado los informes de la Fiscalía.




Además, los narcobloques y los pisos y almacenes son los causantes de los problemas de suministro de electricidad que padecen barrios de la provincia de Almería. La marihuana requiere focos, ventiladores, extractores y aires acondicionados que, de manera inexorable, acaban con enganches ilegales a la red eléctrica. Las sobrecargas e incendios condenan a vecinos en El Puche, Matagorda, Los Almendros, Los Cortijillos de Vícar o La Chanca-Pescadería.





Temas relacionados

para ti

en destaque