Cuatro condenados por traficar con cocaína desde localidades del Levante

El caso comenzó con una investigación contra un policía nacional en Granada

Palacio de Justicia
Palacio de Justicia La Voz
Javier Pajarón
07:00 • 10 dic. 2021

La Audiencia Provincial de Granada ha condenado a penas de prisión a cuatro vecinos de Huércal-Overa, Vera y Garrucha acusados de distribuir cocaína a pequeña escala. El tribunal impone cuatro años y tres meses a los dos cabecillas, y tres años y seis meses a los dos acusados restantes por delitos contra la salud pública, con la atenuante de dilaciones indebidas.




La investigación comenzó con unas diligencias de  Asuntos Internos de la Policía Nacional contra una agente de Granada al que se vinculaba presuntamente con una red de “tráfico ilegal de vehículos de alta gama sustraídos en Europa con destino a terceros países”.
Las pesquisas iniciadas en Baza (Granada) descubrieron las actividades de los acusados en los últimos meses de 2016. Se les relaciona con una organización dedicada al tráfico de drogas.




En los registros efectuados los días 6 y 7 de diciembre en viviendas de los municipios de Garrucha y Mojácar, los agentes hallaron 290 gramos de cocaína de distinta pureza. Según la sentencia, las pesquisas comenzaron tras  detectarse un vehículo con matrículas manipuladas durante un control de embarque en el ferry entre Motril y Melilla. El conductor era un agente de la Policía Nacional. “El vehículo portaba una placas de matricula correspondiente a un turismo de la misma marca y modelo del país vecino pero que no correspondía al vehículo que pretendía acceder al ferry con destino Melilla”, señala el tribunal. La Guardia Civil contactó con Asuntos Internos de la Policía Nacional.




Según el tribunal, de las investigaciones se deduce la presunta vinculación de dos sospechosos con la importación de cocaína desde Latinoamérica y hachís desde Marruecos. El enlace era un vecino de Huércal-Overa. Ahí se abrió la segunda línea y el caso que acaba con estas condenas.




El cabecilla del grupo disfrutaba de “un elevado nivel de vida frente a unos ingresos conocidos inexistentes”. “La actividad ilegal le proporciona importantes beneficios que le permiten mantener un alto nivel de vida, por ejemplo los hijos estudian en un colegio privado, pese a no realizar actividad laboral alguna desde al menos el año 2011”, añade. La investigación halló evidencias de viajes, hoteles lujosos y otros gastos similares.






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