La Fiscalía del Estado incluye el cáñamo entre los nuevos peligros del narco

La Memoria recoge por primera vez el peligro de estos cultivos, como se denunció desde Almería

Panorámica del cultivo de Los Vergeles (Níjar)
Panorámica del cultivo de Los Vergeles (Níjar) La Voz
Javier Pajarón
07:00 • 08 sept. 2021

El conflicto generado por la proliferación de plantaciones de cáñamo industrial de marihuana, revelado por autoridades almerienses en enero, aparece por primera vez en el informe anual de la Fiscalía General del Estado (FGE). La memoria presentada el lunes denuncia la extensión de los cultivos, la incidencia de organizaciones criminales y la sucesión de episodios violentos vinculados a explotaciones de cannabis sátiva.




El cáñamo industrial es marihuana. La misma planta. La misma droga. Su cultivo es legal únicamente cuando tiene un índice de THC (sustancia activa de la droga) inferior a 0,2 por ciento, procede de semillas certificadas y se usa solo para la obtención de fibra. Todos los requisitos deben cumplirse a la vez.




El problema radica en la rentabilidad. Plantar marihuana para utilizar la fibra del tallo es económicamente deficitario, no tiene sentido desde el punto de vista comercial. Sin embargo, los productores buscan colocar el sello de ‘cáñamo industrial’ a sus cultivos para tratar de sortear los controles policiales, cuando en realidad están usando los cogollos de la marihuana (y no la fibra) y, por tanto, cometiendo un delito.




La FGE refleja por primera vez este asunto en su Memoria 2021, en un apartado dedicado a la Fiscalía Especial Antidroga. Se anuncia un nuevo aumento en las aprehensiones e “intentos de pasar plantaciones ilegales como plantas de cáñamo para uso industrial”.




“Los delegados andaluces mencionan asimismo la proliferación de plantaciones cuyos responsables declaran que están cultivando cáñamo para usos industriales, aunque no justifican ni documentan dicha declaración, pese a que dicho cultivo no está subvencionado ni parece que genere beneficios importantes”, añade.

Pioneros



La FGE reporta decomisos en Alicante, Asturias, Barcelona, Cádiz, Cantabria, Girona, Huelva, Valencia o Bizkaia, aunque es Almería la que tiene el papel protagonista en este campo. La Fiscalía Antidroga en Almería en colaboración con las fuerzas de seguridad y la Junta de Andalucía impulsó hace un año y medio la persecución de estos cultivos como un delito contra la salud pública.




Además, la Comandancia de la Guardia Civil en Almería ha cerrado las mayores operaciones de país contra el cáñamo industrial de marihuana y el Juzgado de lo Penal número Cuatro de Almería ha dictado la primera sentencia condenatoria a un agricultor del paraje Los Vergeles, como adelantó LA VOZ DE ALMERÍA. Estos hitos sirven de referencia para juzgados, agentes y fiscalías de otros puntos del país donde cala la misma ‘moda’ del narcotráfico.

Armas y bandas



Por otra parte, la FGE insiste en el carácter criminal de las explotaciones de marihuana y del peligro aparejado al negocio. “El fenómeno actual implica la existencia de auténticas organizaciones constituidas sobre todo por personas de nacionalidades diversas y cuya finalidad es sobre todo la exportación a otros países de Europa”.


No solo hay una conexión con las exportaciones fuera de España y la incorporación de bandas llegadas desde otras regiones europeas, sino también una necesidad por diversificar las producciones para atender a la demanda. “Puesto que el mercado interno es insuficiente para cubrir la producción, en ocasiones estas organizaciones están implantadas en varias provincias del territorio nacional”, expone la memoria.


Advierte la FGE, con una alusión directa a Almería, a la “proliferación de organizaciones y grupos que, en lugar de cultivar ellos mismos, tratan de sustraer las cosechas, los conocidos como vuelcos, con uso de armas de fuego y una gran violencia”.
La extensión de cáñamo ya se ha cobrado víctimas en Almería y los decomisos no dejan de sucederse en las últimas semanas.


Temas relacionados

para ti

en destaque