Alemán declara sin mención a Enciso y volcado en defender su rol empresarial

Sobre tren de vida: “No querrá que después de trabajar 20 horas al día me fuera a una pensión“

Isabel Carrasco y José Alemán con sus abogados Carlos Ferre y Francisco Ferre
Isabel Carrasco y José Alemán con sus abogados Carlos Ferre y Francisco Ferre La Voz
Javier Pajarón
16:12 • 03 mar. 2021

El juicio oral del denominado Caso Poniente cruza su particular Rubicón con las declaraciones centrales de la presunta trama corrupta de El Ejido. Primero el ex alcalde Juan Enciso, el martes,  y luego el ex interventor José Alemán ocuparon la silla central de la sala de vistas para someterse a los interrogatorios y, más aún, rebatir los argumentos de una acusación que puede devolverles a las celdas del módulo dos de El Acebuche.




Alemán compareció este miércoles con un despliegue de las condiciones de su carácter. Desde la puesta en escena. El tono y la ironía. Preguntas contra las preguntas de la abogada del Estado. Interrupciones y comentarios ocurrentes cuando se sentía ganador de una disputa.




El ex interventor municipal declaró detrás de una fortaleza levantada por montañas de documentos, repartidos en una mesa dispuesta para su presencia. Sin embargo, las consultas a los tomos parecieron anecdóticas, acaso una muestra de su conocimiento del caso.




No hizo prácticamente ninguna mención al ex alcalde de El Ejido, Juan Enciso (PAL), pero sí una defensa abierta de su esposa, Isabel Carrasco. “Era independiente económicamente antes y después de conocerme”.




La declaración de José Alemán, que se enfrenta a una petición inicial de 64 años de prisión, pivotó sobre su papel como empresario más que en su función de interventor del Ayuntamiento de El Ejido. El acusado defendió la compatibilidad de ambas actividades. Era tan buen economista que le consentían una doble actividad, a pesar de no existir permiso sobre la compatibilidad. “Para que no me fuera”, dijo tras disculparse por la falta de humildad.

Alto nivel de vida
Alemán reconoció que movía millones, aunque subrayó que todos los cobros eran legítimos. Preguntado por el fiscal Jesús Gázquez sobre el pago de 2,29 millones de euros por parte del empresario José Antonio Galán, el acusado afirmó que era en concepto de honorarios. “Le salía rentable pagar esos honorarios porque los ingresos que obtuvo con las inversiones en estas sociedades eran superiores”.







La Fiscalía Anticorrupción, en cambio, le coloca en un lugar central dentro de sus acusaciones. Asegura que cobraba comisiones procedentes de la presunta sobrefacturación de las subcontratas de Elsur. Para ello utilizó, según la acusación, sociedades propias o compartidas con su esposa, Isabel Carrasco, como Jardines del Poniente o Gestora Ejidense.



“Dichos pagos no respondían a la contraprestación por la realización de ningún tipo de trabajo o servicio por parte de las mercantiles del acusado Galán Martínez, sino que eran una forma de encubrir el reparto de ganancias ilícitas obtenidas mediante la sobrefacturación de las subcontratas de Elsur”, explica el escrito fiscal.


“Tanto el acusado Juan Antonio Enciso, en su calidad de alcalde de El Ejido, como José Antonio Alemán, en su calidad de interventor y vocal del Consejo de Administración de Elsur, permitían estas actuaciones ilícitas de Galán a cambio de recibir pingües beneficios, concretados en pagos de favores y comisiones ilegales”. Este es el escenario de la investigación.


La Abogacía del Estado dedicó parte de su interrogatorio al alto nivel de vida que, a lo largo del sumario, puede observarse en Alemán. Hoteles de lujo, viajes a París, Berlín o Marbella, caviar, champán y una boda en el Hotel Ritz en Madrid.
“Eran viajes profesionales. Después de trabajar 20 horas al día, no querrá usted que fuera a una pensión”, respondió a la abogada del Estado. “El caviar era un regalo a los clientes”.


El ex interventor municipal defiende a su esposa

Anticorrupción pide 64 años de prisión para Alemán, aunque rebajará esa pena a 40 años en su escrito final por la prescripción de los delitos fiscales. Una cosa similar sucede con su esposa, Isabel Carrasco, a la que el Ministerio Público imputa 19 delitos contra la Hacienda Pública, un delito de malversación y otro de blanqueo de capitales. A preguntas del letrado Carlos Ferre, Alemán defendió el papel de su esposa. “Las cuentas bancarias y el patrimonio eran suyos”, aseveró. “Sus ingresos salían de su nómina como funcionaria, de la gestión de locutorios y de los alquileres de propiedades”. Igualmente, Alemán negó que mediará para la contratación de la hija de su primo. Respecto a los empresarios, dijo que no tenía buena relación con Amate y, en cambio, era amigo de Galán desde hace 30 años.




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