“La situación del coronavirus en Almería es preocupante pero no alarmante”

El subdelegado del Gobierno cree que “ha fallado la exigencia de aplicación de las normas”

El subdelegado del Gobierno, Manuel de la Fuente, posa en el edificio de la Subdelegación en calle Arapiles
El subdelegado del Gobierno, Manuel de la Fuente, posa en el edificio de la Subdelegación en calle Arapiles Juan Sánchez
Antonia Sánchez Villanueva
22:31 • 17 ago. 2020

 Durante los 98 días que duró el estado de alarma, el subdelegado fue la cara en la provincia del mando único que ejercía el Gobierno de España. Ahora, con la gestión de la crisis en manos de la Junta pero con un papel activo en colaborar en la resolución del problema, analiza la evolución de la provincia. 



De Manuel de la Fuente suelen alabar sus adversarios políticos el talante institucional y leal cuando se trata de gestionar problemas. En ese tono discurrió el miércoles el comité convocado por la Junta con todas las administraciones para abordar el aumento de contagios en Almería. 



¿Por qué era necesario cerrar discotecas, limitar el ocio nocturno y otras nuevas restricciones?



Porque la situación, sin llegar a alarmante, es cada vez más preocupante. Dentro de la capacidad de decisión de cada autonomía, había desajustes. Y viendo la velocidad de esa evolución y que se nos echa encima el inicio del curso y que va a coincidir con la gripe, había que tomar medidas contundentes. Por eso la importancia de la reunión convocada por el ministro de Sanidad con los consejeros de Salud para aprobar consensuadamente las once medidas muy especialmente dirigidas a lo que han sido los principales focos. Yo creo que va a ser muy efectivo y que se tiene que notar de manera inmediata frenando la propagación.



De la situación que estamos viviendo en las últimas semanas en Almería se señala especialmente al ocio nocturno. Con los datos que tiene, ¿esto es así? 



Bueno, yo no tengo más datos que los que proporcionan las autoridades sanitarias. Ahora, viendo la localización, encontramos que efectivamente se han producido brotes importantes en las zonas de la costa de Almería, donde confluye la llegada masiva de gente joven con una cultura de la diversión, y con cierta falta de conciencia. Pero en Almería, paradójicamente, se han producido muchos contagios en reuniones familiares y en reuniones de trabajo empresariales.  Ahora volvemos a tener en las residencias. Yo creo que en Almería son muchos más los factores. Se ha constituido una especie de comité de coordinación institucional, tuvimos una reunión el miércoles y allí se expresaba la voluntad de aplicar con exhaustividad las medidas. Porque, aunque se había ido estableciendo limitaciones, no se aplicaban. 



¿Se tendría que haber actuado antes?



Yo creo que las autoridades sanitarias hicieron un buen diagnóstico, establecieron un buen conjunto de medidas, pero lo que ha fallado ha sido la exigencia de aplicación. Es verdad que esto es un proceso dialéctico y dinámico. Lo que se ha pensado separadamente en cada comunidad no ha funcionado y el hecho es que todos han pedido al Gobierno de España que hiciera ese papel de coordinación. El Gobierno ha coordinado y establecido un conjunto homogéneo de medidas. Ahora es que todas las apliquen con la misma contundencia. Después de lo que hemos aprendido, yo espero que aquí esa comisión de coordinación que se va a reunir todos los miércoles, estará chequeando que se ejecuten. El objetivo es luchar contra el virus, no culpabilizar a nadie. Esta es una lucha común y compartida. Vamos a trabajar con leal colaboración, ese es el mensaje del Gobierno de España. 


¿Cuál va a ser el papel de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en esta nueva fase de mayor rigor en la aplicación de las normas? ¿Le han pedido ayuda?

Bueno, ha habido puntuales demandas de auxilio y de ayuda. Es verdad que los problemas sanitarios no son siempre problemas de seguridad ciudadana, pero a veces se pueden convertir en un problema de seguridad ciudadana. Hay instrucciones claras de la Secretaría de Estado de Seguridad para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ante demandas de la autoridad sanitaria, inmediatamente se coordinarán con policías locales y Policía autonómica. 


En esa reunión de coordinación, ¿qué diagnóstico se hizo de la situación ahora mismo en nuestra provincia? 

Compartimos una preocupación. Todos percibíamos que la situación iba en una tendencia a empeorar y que se hacía cada vez más difícil controlarla si no se tomaban medidas. Desde el punto de vista hospitalario la situación todavía está bastante controlada. Y la mayoría de los contagiados son asintomáticos. Pero bueno, nadie sabe cuánto tiempo puede durar esto. Esto era el miércoles, la normativa se aprobó el viernes y se publicó el sábado, con el abanico de sanciones desde los 300 euros a los 600.000 euros. Todos compartíamos que la situación es preocupante, pero controlable, no como para temer que se vaya de las manos. Hubo un alcalde, el de Vícar, que hizo mucho énfasis en que anticiparnos era ganar tiempo. 


¿No se ha planteado un retroceso de fase? 

No, no. Eso es un fake new. Esa comisión no tiene capacidad de establecer ese tipo de medidas, sería el consejero de Salud, que es el que puede determinar si un pueblecito o una provincia hay que pasarlos a otra fase. El consejero de Salud y el de Presidencia lo dijeron el jueves, que todavía estamos muy alejados de una situación que obligara a una medida tan dura. En todo caso, yo trasladé el firme compromise institucional del Gobierno de España en colaborar con las instituciones que tienen la responsabilidad de dirigir este proceso, que aquí es la Junta Andalucía. La verdad es que fue una reunión interesante. Aquí nos estamos jugando todo, el ser o no ser, incluso personalmente tú y yo. 


¿Hubo algún tipo de roce político allí? 

No. Yo creo que todos sabemos estar a la altura de la responsabilidad institucional que tenemos. Solo hubo intervenciones positivas de colaborar, los alcaldes manifestando sus dificultades, los representantes institucionales en la perspectiva de cada uno en el ámbito de sus competencias. No cabe decir que hubiera ni un solo momento ni una sola intervención fuera de lugar. 


En Almería volvemos a tener casos en residencias de mayores, como en la de El Zapillo, ¿qué problema tenemos en ese sector? 

Este fue el foco principal desde el inicio, en unas comunidades mucho más que en otras. Si uno se lee con detenimiento las once medidas, parece que se empiezan a establecer importantes exigencias. Sigue siendo importante desde el punto de vista de su potencial de contagio y de la vulnerabilidad. En El Zapillo nos encontramos con una persona que llevaron al hospital para otra intervención, le hacen la prueba y aparece positivo, se encienden las alarmas y empiezan a aparecer positivos. Yo sé que ha habido protocolos de protección, pero desconozco en qué medida en todas las residencias se estaban cumpliendo o si son suficientes. Ahí entra gente, ¿cómo controlas biológicamente la mochila que lleva cada uno de los que entra?


¿Y se ha planteado que pueda volver a intervenir la Unidad Militar de Emergencias? 

Bueno, hoy todavía no se ha contemplado y no se da la circunstancia. La Operación Balmis ha sido la operación del Ejército de Tierra más importante que se ha hecho en España en periodo de paz. En el caso de Almería, se han hecho 83 misiones, 46 la Legión y 37 la UME, y se han realizado operaciones de limpieza y desinfección, pero también actuaciones de presencia, desde Adra hasta Chirivel. El objetivo era disuadir, ver al Ejército en la calle daba tranquilidad, y también refleja el cambio de valores que ha tenido la sociedad española. Y debo decir que he tenido infinidad de llamadas de alcaldes de todos los colores pidiéndome por favor que fuesen en algún momento la Legión o la UME. En unos casos era para alguna desinfección, pero sobre todo por que hicieran acto de presencia. Sí, es curioso, pero es así. 




En algún momento se ha apuntado a los inmigrantes en pateras eran foco potencial de contagio. ¿Cómo se ha gestionado esto desde el Gobierno?

Hay quien quiere hacer de este tema campaña política. Y hay quien, además, lo aprovecha. La realidad es que a día de hoy, de los dos mil seiscientos y pico que han llegado desde el 1 de enero, solo tres eran positivos. Eso es menos del 1 por ciento, que además, lo hemos repetido hace dos semanas en una interpelación parlamentaria a preguntas de Vox. Esto no solamente es demagogia, es indecente. Sencillamente, esos son los datos. 


Hay otra situación, que son los asentamientos chabolistas que, además, son un problema crónico. ¿Cuándo se le va a meter mano?

Hay mucha gente, como estos partidos que comentaba, que intentan convertir una crisis sanitaria en un problema migratorio. Hay que diferenciar el problema de los asentamientos del problema sanitario y, paradójicamente, no se ha dado ni un solo caso. A día de hoy todos los asentamientos están siendo receptores de una atención que los municipios le están dando. Bueno, son medidas coyunturales que responden a la exigencia de prevenir la infección. Esto yo creo que efectivamente habría que enfocarlo como un problema de Estado, en donde todas las administraciones marcasen su corresponsabilidad. Lo demás pueden ser soluciones útiles en un momento pero se requiere una visión mucho más global. 


Otra cuestión son las consecuencias económicas. ¿Cuáles pueden ser para la provincia y qué puede suponer para el empleo en Almería si  no se prorrogan los ERTE?

En Almería se han tramitado 7.000 ERTE, que afectan a unos 35.000 trabajadores. Esta protección se mantiene hasta el 30 de septiembre, pero están negociando. Yo creo que una seña de identidad de este gobierno, ante la crisis más importante que está viviendo este país en su historia contemporánea, es haber construido un escudo de protección social. En mayo los ERTE han supuesto la mayor nómina de la historia del SEPE en Almería, 63 millones de euros. Ya se está planteando que es necesario absolutamente mantenerlo. ¿Qué pasa? Lo decía la ministra de Hacienda, el vehículo para hacer posibles los 140.000 millones del acuerdo con Europa pasa por los presupuestos. Si tenemos esos presupuestos va a permitir darle una fuerza a la economía y a todos los sectores. 


¿Cómo?

Aquí hay grandes retos. Este gobierno se ha transformado en un gobierno fuerte y va a conseguir unos presupuestos que van a hacer viable la reactivación y transformar las políticas más importantes de este país. Se ha subido el salario mínimo interprofesional, se ha puesto en marcha el ingreso mínimo vital, se está tramitando la ley del cambio climático y la transición energética, que va a dar un cambio radical a nuestro modelo productive, se va a plantear un incremento de un 22 por ciento de ayuda al estudio, se ha puesto en marcha el plan para la industria del automóvil, el de impulso turístico, el de modernización de la FP y la estrategia digital para 2025. Aunque el panorama podría ser bastante incierto, si se dan estas condiciones podemos encontrarnos con una situación muy favorable para salir de la pandemia. 


En los planes de más inversión pública que se prevén, ¿qué porcentaje de la tarta le tocará a Almería, en qué va a invertir aquí el Estado el próximo año?

Ya nadie puede decir que el Gobierno de España no está comprometido con el AVE. Lo decía el otro día en la visita. Es el proyecto más importante de transformación y de inversión que se va a hacer en esta provincia en toda su historia. Hay diferentes cifras entre las licitaciones y las adjudicaciones, pero podemos estar en torno ya a 1.400 millones de euros. Eso va a significar mucha mano de obra, mucho movimiento de muchas empresas locales. Están todos los tramos en ejecución o en licitación, queda el proyecto final de la entrada ya en Almería. No se puede estar cuestionando que esto es una realidad.


¿Entonces en los nuevos presupuestos tendrá que haber una cantidad fuerte para el AVE?

Sí, tiene que haberla. 


¿Y además de para la Alta Velocidad?

Además van a venir para otra mucha obra pública. Por ejemplo, para la intersección de la A-92 con la A-7 en Viator. Esa es una obra importantísima para Almería, porque de esa obra depende la conexión que hará la Junta Andalucía desde ese punto hasta la avenida del Mediterráneo. Y también el tercer carril de Almería al Parador. Se ha aprobado y está en exposición pública un proyecto de tres rotondas en Los Gallardos y hay prevista una actuación integral en El Cañarete, con obras de rehabilitación divididas en once tramos. Asimismo la remodelación de dos enlaces a la autovía en El Ejido y otro en Roquetas. Hay un montón de proyectos de obra pública, también en infraestructuras hídricas. O sea, que yo espero que de esa tarta tengamos un buen trozo. 


¿No se necesita prever en presupuestos más efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para Almería?

Bueno, eso no se pide por presupuesto y por provincia. Te voy a dar un dato. Cuando yo llegué aquí, en 2018, me encontré con una RPT del 2008 que no se había actualizado. Se han aprobado ya los tres tramos del acuerdo de equiparación salarial del Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil. En el 2020 cobran de media un 20 por ciento más que en 2017. Ha sido una compensación del esfuerzo que han hecho, porque la subida al resto de empleados públicos en el mismo periodo ha sido por término medio 6,25%. En estos últimos días han salido dos convocatorias de plazas. 


¿Cuántas se necesitarían en la provincia?

Es un número importante. En doce años esta provincia ha cambiado, no teníamos la presión migratoria ni en aquella época teníamos la cantidad de producción de plantas de marihuana en pisos y en invernadero, ni tampoco la macrooperación anual ante el Paso del Estrecho. Hay que reconocer el esfuerzo titánico que hacen nuestros policías y nuestros guardias civiles, digno de reconocimiento, porque a pesar de esas carencias, seguimos siendo una de las provincias más seguras de España. 



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