El motorista almeriense que recorre Europa con su moto en plena ola de rebrotes

La manera de afrontar lo que estamos pasando depende de cada uno. En el caso que aquí nos ocupa, el caso de Salvador Benítez, es sin duda uno de los más atrevidos ya que desde el 1 de agosto, este almeriense procedente de Serón, emprendía hacia Europa junto con su moto, sin destino concreto más allá de conocer si era posible viajar en plena ola de la pandemia del coronavirus.

Ahora mismo se encuentra ella República Checa hasta donde ha llegado atravesando los Alpes desde su parte más occidental en Francia llevándole hasta ahora por los 5 países alpinos a excepción de Eslovenia a la que llegará en unos días. 

Su intención es ahora recorrer los miles de kilómetros que lo separan de la ciudad croata de Dubrovnik donde tiene la intención de embarcar en un ferry que le traslade a Bari, en el tacón de la bota italiana. Cuando vuelva a Almería llevará a sus espaldas más de 8.000 kilómetros y decenas de fronteras. 

Salvador cuenta que lo más complejo es estar al tanto de las restricciones que cada país dicta sobre los españoles, ya que estas atienden más a la nacionalidad que al lugar de procedencia. Esto, al haber salido ya hace casi dos semanas del país con una prueba PCR hecha y con resultado negativao, no le ha resultado todavía un problema porque Salvador salió de Suiza el mismo día que el país helvético restringía con el confinamiento a los turistas españoles, así como con Austria, cuya cuarentena para los españoles se fijó para el día 10 de agosto.

Como anécdota nos cuanta que no ha visto ni un solo control en las fronteras inexistentes del espacio Schengen y que en Europa, al menos en los países que ya ha recorrido, no ha experimentado la alarma social que parece cernirse sobre el territorio español. “Leo a diario las noticias de España y parece que se trata de otra dimensión ahora mismo, algo difícil de creer en los países que he visitado”, afirma Benítez.

El motero nos traslada que “es cierto que en Francia se apreciaban medidas similares a España, aunque no tan severas, pero conforme me he ido alejando de allí las mascarillas por ejemplo son casi inexistentes y se respira una vida totalmente normal y no se si eso es bueno”. Aun así viajar no es sencillo “pero no he llegado a sentir ningún tipo de rechazo, todo lo contrario, como si lo del virus estuviera concentrado en España”.

Posiblemente tenga algo que ver el hecho de que todos los destinos están esperando los ansiados turistas, que en la medida de lo posible inyecten la energía y el estímulo a un sector que se ha visto severamente afectado por la pandemia.

Salvador nos cuenta que ha estado resfriado algún día desde que cruzó el mítico Paso del Stelvio que separa Suiza de Italia, ya que las condiciones meteorológicas le fueron muy adversas: “había nieve, llovía, niebla, un viento huracanado, fue bastante complicado recorrerlo pero sin miedo pero con mucho respeto a los 300 kilos que arrastro, lo conseguí, como hice con todos los grandes puertos de montaña alpinos”.

Eso sí, nos confiesa que se ha aguantado los estornudos hasta llegar a alguna esquina donde estar a solas por si acaso, “que español y estornudando, mala idea”.

Ni la pandemia, ni las diferentes limitaciones están impidiendo que prosiga su aventura y pueda sentirse una vez más libre, “ya que los más valioso de esta vida, es lo que se va atesorando en experiencias en la memoria, cuando uno viaja”. El indalo que lleva en su moto seguirá pues en ruta.