Almería confía en el turista nacional para su desescalada

Primeras reservas en alojamientos para el mes de agosto

Recepción del Avenida Hotel con pantallas de protección
Recepción del Avenida Hotel con pantallas de protección La Voz
Antonio Fernández
19:41 • 25 abr. 2020

El sector turístico de Almería se paró en seco tras la declaración del estado de alarma; sin embargo no todo está paralizado y las empresas hoteleras trabajan para mantener en buen estado sus instalaciones y para buscar a esos aún pocos clientes que se atreven a planificar sus vacaciones de verano.



Los hoteleros han visto cómo en la última semana renacían sus esperanzas de poder abrir sus establecimientos este verano y así lo han ratificado los primeros clientes que están haciendo sus reservas y prerreservas, sobre todo para el próximo mes de agosto y el de septiembre, a expensas de lo que establezca el Gobierno para esas fechas.



Españoles
La esperanza es aún mayor si se tiene en cuenta que los informes emitidos por la patronal ponen en duda que el turismo vaya a abrirse para todos los mercados y países, lo que significa que el que haya en los próximos meses estará formado básicamente por españoles que, presumiblemente, sí podrían moverse a destinos nacionales.



En ese escenario Almería parte con una cierta ventaja sobre otros destinos del país porque, como señala el presidente de la Asociación de Hostelería de Almería, Diego García, “nuestros visitantes son mayoritariamente nacionales que, además, repiten año tras año, y disponemos de una oferta turística que no está tan masificada como otros destinos de costa”.



Masificación
Una teoría en la que abunda el presidente de la Confederación de Empresarios de la Provincia de Almería (Asempal), José Cano, que entiende que Almería puede ser punta de lanza de la desescalada que ya se anuncia no sólo por tener la menor tasa de incidencia del Covid-19 del país, sino también por disponer de una oferta turística escasamente masificada y porque más del 70 por ciento de los visitantes son españoles, los únicos que podrían viajar hasta la provincia tras la reactivación del sector turístico”.



Los datos de los últimos años indican que si en el conjunto del sector hotelero almeriense la presencia de clientes nacionales es elevada, en el caso de la capital es abrumadoramente mayoritaria, al sumar alrededor del 98 por ciento del total de alojamientos contratados.



Incertidumbres
Pero la cuestión no es tan fácil, como apunta Diego García al señalar que para hacer posible la puesta en servicio de los establecimientos “tendríamos que disponer cuanto antes de un protocolo claro para las actividades a desarrollar, no sólo el cuándo, sino el cómo”.



Se refiere a cuestiones como las condiciones que se deberán cumplir para los alojamientos, la posibilidad de ofrecer a los clientes de los hoteles servicios de restauración, la forma de utilizar las piscinas, gimnasios u otras instalaciones de uso destinado a los clientes, y hasta si será posible disponer de aire acondicionado por si perjudicara la prevención de contagios en los hoteles.


Turismo rural
Quienes están recibiendo reservas son algunos de los hoteles rurales de la provincia que se mantienen activos, aunque cerrados por la crisis sanitaria. Según la sociedad Club Rural, a algunos de ellos les están llegando reservas para el mes de agosto y siguientes. Es el caso en Almería de la Posada del Candil, en Serón, que tiene reservas para este verano “la mayoría de clientes que vienen todos los años y ya veremos si pueden venir este”.


Hotel-refugio
En un sector turístico que mantiene el cierre de casi todos los establecimientos hoteleros de la provincia hay algunas excepciones. Es el caso del Avenida Hotel, donde se alojan trabajadores de las consideradas actividades esenciales, entre ellos médicos, policías, personal de Renfe o albañiles que trabajan en las obras que esta semana se reanudaban, pero que pertenecen a empresas con bases fuera de la provincia.


Un servicio de alojamiento que responde al ofrecimiento de la empresa para colaborar con las tareas que desarrollan esos trabajadores y que se completa con un servicio de restauración, ante la imposibilidad de acudir a bares o restaurantes, todos ellos cerrados durante el estado de alarma. Tony García, chef del hotel, explica que cada día se preparan unos menús, iguales para todos los alojados, que se sirven en bandejas (al estilo de los colegios) para alimentarlos.


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