“Hay que hablar de bebés, no de fetos”

Almería acoge una Jornada sobre atención y acompañamiento en la pérdida perinatal

Juan de la Cruz, delegado de Salud, junto a los ponentes de la Jornada sobre pérdida perinatal.
Juan de la Cruz, delegado de Salud, junto a los ponentes de la Jornada sobre pérdida perinatal. La Voz
María del Mar Ramos
11:52 • 15 oct. 2019

Reconocimiento, empatía y respeto. Estas son las competencias que los expertos recomiendan a la sociedad para ayudar a las familias que han sufrido una pérdida perinatal, es decir, el fallecimiento del bebé entre las 22 semanas de embarazo y los primeros siete días de vida. 



Durante la mañana de este martes, la Delegación Territorial de Salud y Familias de Almería ha acogido la Jornada multidisciplinar de atención y acompañamiento en la pérdida perinatal. Una sesión que, para Juan de la Cruz, delegado de Salud, es de "vital importancia para visibilizar una realidad que está parcialmente escondida". 



"Venimos de una historia un poco oscura en la que parecía que era mejor y más bonito no hablarle a la madre sobre la pérdida de su hijo. En cambio, la evidencia científica dice que no, que eso va dejando una mancha oscura en su forma de ser y de vivir", ha explicado María del Carmen San Martín, vocal de la Asociación Andaluza de Matronas. 



Reconocimiento



Según Marcos Camacho, comadrón del Hospital La Inmaculada, el primer error que se comete es hablar de fetos en vez de bebés. "Hay que reconocer al bebé, tienen identidad propia antes de nacer, incluso un nombre antes del embarazo", ha asegurado el comadrón.



Respecto al duelo, Camacho ha manifestado la importancia de respetar los tiempos de cada familia y sus particularidades, ya que "el duelo es un proceso individual de cada padre y jamás depende de las semanas de gestación". 



En España, la pérdida perinatal se sitúa en 4,8 por cada 1.000 niños nacidos vivos. Una cifra "bastante considerable" y que tiene unas secuelas "graves" para las familias afectadas. En este sentido, en la celebración de la Jornada, se ha solicitado la elaboración de un protocolo adecuado para que los progenitores no salgan del hospital sin saber qué hacer y a dónde acudir. 



Entre las consecuencias para los padres se encuentran las alteraciones psicológicas, físicas, trastorno de estrés postraumático y cambios sociales. "Conozco casos de padres que han dejado de acudir a celebraciones familiares porque no han superado ver a niños de su entorno y que no esté su hijo. A estas personas hay que ayudarles desde que le comunican la noticia", ha manifestado el comadrón. 











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