ETA asesinó a ocho almerienses en atentados entre 1975 y 1988

La banda terrorista asesinó a cinco guardias civiles, dos policías nacionales y un empresario

Anuncio de la disolución de ETA.
Anuncio de la disolución de ETA. Europa Press
Javier Pajarón
18:31 • 05 may. 2018

La disolución de la banda terrorista ETA anunciada esta semana entierra medio siglo de asesinatos, secuestros y extorsiones, pero mantiene vivo el recuerdo de las víctimas. La huella de la violencia también permanece en la provincia de Almería. Los terroristas mataron a ocho almerienses en atentados fechados entre 1975 y 1988, la mayoría perpetrados contra jóvenes agentes del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil destinados en el norte del país.



Octubre 1975 Esteban Maldonado Llorente tenía 20 años cuando  un coche bomba estalló al paso de su furgoneta en la localidad guipuzcoana de Oñate el 5 de octubre de 1975. El joven nació en una pequeña localidad de Badajoz, aunque se instaló en Almería desde su infancia. Su padre era agente de la Guardia Civil en Cabo de Gata y el chico decidió seguir el ejemplo de su padre.



Salió del entonces Colegio de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada de Valdemoro (Madrid) y fue destinado al País Vasco. Tres meses después de iniciar su carrera profesional, la banda terrorista le quitó la vida. El suceso supuso un shock en la provincia de Almería.



Abril 1977 José Luis Martínez Martínez nació en Zaragoza. Como Esteban Maldonado, se instaló desde su niñez en Almería. Se curtió en  servicio militar e ingresó luego en la Academia General de la Policía Nacional. Fue destinado al País Vasco. El 4 de abril de 1977, durante un periodo de destino en San Sebastián, fue secuestrado por etarras. Tenía 30 años y sufrió un auténtico calvario. Su cuerpo apareció en Hendaya, con las manos atadas y los dedos cortados.



Enero 1979 Francisco Gómez Gómez-Jiménez fue la tercera víctima mortal almeriense de la banda terrorista. Casado y padre de dos hijos, murió en  atentado el 13 de enero de 1979 en un trayecto de madrugada hacia la localidad de Azcoitia (Guipúzcoa). Tenía 28 años. José María Zaldúa alias 'Aitana' accionó un explosivo colocado en un talud y destrozó el furgón de la Guardia Civil donde viajaba el agente almeriense. Su cuerpo fue velado en la Comandancia Provincial de Almería.



Febrero 1980 El guardia civil José Antonio Martínez de 26 años nació en el municipio de Oria y estaba destinado en Lekeito (Vizcaya). La mañana del 1 de febrero de 1980 un comando terrorista atacó con ametralladoras un convoy de la Guardia Civil. 



Marzo 1980 El 24 de marzo de 1980 el empresario almeriense José Artero Quiles fue asesinado por ETA en la cafetería Toki-Alai de Escoriaza (Guipúzcoa). El industrial de 42 años de  tenía una empresa vinculada al sector de la piedra natural. Artero Quiles fue el único civil almeriense asesinado por los etarras en su trayectoria. Los terroristas robaron un vehículo y atacaron al albojense cuando salía del local para coger su coche. La víctima recibió ocho balazos a sangre fría a manos de Francisco Martín Robles, Enrique Letona Viteri y Jon Aguirre Aguiriano. También fue condenado en 1994 Jesús María Zabarte Arregui como cooperador necesario.



Mayo 1980 El policía nacional José Manuel Rodríguez Fontana había crecido en el seno de una familia trabajadora del barrio almeriense de Pescadería. Era el segundo de nueve hermanos. Ingresó en la Policía muy joven y a los 24 años servía en San Sebastián en la etapa más sanguinaria de la banda terrorista ETA. El 15 de mayo de 1980, cuando Rodríguez Fontana desayunaba con unos compañeros en una cafetería, pistoleros de ETA irrumpieron en el local. El joven intentó defenderse desesperadamente de la agresión, pero fue herido de muerte. 


Junio 1983 Juan Maldonado Moreno era un guardia civil de 42 años nacido en la localidad almeriense de Adra. Estaba casado y tenía dos hijas. Tenía experiencia y servía en Guipúzcoa en el peor momento del terrorismo etarra. 

El 23 de junio de 1983, Maldonado Moreno sufrió un atentado en su propio vehículo, un Renault 8. Vestía de paisano. ETA reivindicó el atentado dos semanas después.


Marzo 1988 Pedro Ballesteros Rodríguez, almeriense de adopción, servía en el cuartel de la Guardia Civil en Durango (Vizcaya) en 1988. La madrugada del 19 de marzo, pistoleros de la banda terrorista se abalanzaron contra su vehículo estacionado en un semáforo. Tenía 24 años y una niña recién nacida.

En 1991 fueron condenados por el crimen los etarras Juan Ignacio Oyarbide Aramburu y Manuel Urionobarrenechea Betanzos como autores del asesinato del guardia civil Pedro Ballesteros Rodríguez, el último almeriense caído a manos de la banda.


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