Señales para detectar problemas de audición en menores de 0 a 5 años de edad

La detección temprana de los déficits auditivos es fundamental para evitar retrasos en el habla

La detección temprana de los déficits auditivos es fundamental para evitar retrasos en el habla.
La detección temprana de los déficits auditivos es fundamental para evitar retrasos en el habla. La Voz
Rosa Díaz
11:20 • 18 abr. 2023

La importancia de la audición es fundamental para el aprendizaje del lenguaje y el habla, siendo conscientes en InterActúa, centro de Atención Temprana y Desarrollo Infantil , que la detección temprana de los déficits auditivos en menores,  es fundamental para evitar retrasos en la adquisición del lenguaje, en las habilidades comunicativas, en la maduración de los circuitos cerebrales responsables de la percepción auditiva y en el resto de los procesos relacionados con estas habilidades.



La audición cumple dos funciones principales en el aprendizaje vocal. En primer lugar, escuchar las vocalizaciones de otros permite la imitación. En segundo lugar, la audición proporciona la retroalimentación auditiva necesaria para el perfeccionamiento de las propias producciones. Ambos factores son necesarios para conseguir ajustar las producciones que cada individuo emite.






Hay que destacar la infancia, como un periodo crítico para la adquisición del lenguaje relacionándose, además, con la maduración del sistema auditivo central. Algunos indicadores de sospecha de problemas auditivos cuya aparición haría recomendable la visita al otorrinolaringólogo, son los siguientes: 



Entre cero y un año:



- No se sobresalta ante ruidos fuertes o inesperados.



- No gira la cabeza hacia sonidos familiares. 



-No juega o practica con sus propias vocalizaciones. 

Entre uno y dos años:

- Tiene dificultades para comprender órdenes sencillas. 

- No reconoce su propio nombre. 

- No identifica las partes de su propio cuerpo. 

- No elabora frases de dos palabras. 

- No presta atención a los cuentos.

Entre dos y tres años: 

- No entiende sus propias palabras.

- No repite frases. 

- No responde a órdenes sencillas. 

- No contesta a preguntas sencillas.

Entre tres y cuatro años: 

- No sabe contar lo que está pasando. 

- No es capaz de mantener una conversación sencilla. 

- No se entiende lo que dice. 

- No es capaz de cantar o tararear. 

- Prefiere jugar en solitario.

Entre cuatro y cinco años:

- No conversa con otras niñas o niños. 

- No lo entretienen los relatos o películas infantiles. 

- Tiene un lenguaje inmaduro por lo que sólo le entiende su familia

Otros indicadores generales: el niño o la niña no tiene lenguaje o evoluciona lentamente para su edad, es excesivamente distraído y se retrasa en sus aprendizajes escolares , padece frecuentes catarros, otitis o enfermedades alérgicas.


Si has advertido en su comportamiento alguna de estas señales  o crees que puede estar en situación de riesgo, desde InterActúa te recomiendan visitar al  especialista o pediatra para poder valorar su audición . Ten en cuenta que cuanto antes identifiques el problema, menos se verá mermada su calidad de vida.

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