Preguntas y respuestas: ¿mi hijo es nervioso o hiperactivo?

Laura Algarra, psicóloga de InterActúa, responde a las preguntas más frecuentes sobre TDAH

Niño nervioso o hiperactivo, la pregunta que se hacen muchas madres o padres.
Niño nervioso o hiperactivo, la pregunta que se hacen muchas madres o padres. La Voz
Rosa Díaz
00:03 • 20 abr. 2021

"Este niño no para quieto, ¿tendrá hiperactividad". Muchas son las familias que en algún momento  se han planteado esta pregunta, e incluso maestras, maestros o familiares que sugieren a la familia que "al niño debería de verlo un especialista" , pero ¿conocemos realmente la diferencia entre un niño nervioso o hiperactivo?. 




Laura Algarra Manzano, psicóloga de InterActúa, Centro de Atención Temprana y Desarrollo Infantil, forma parte del equipo multidisciplinar que ofrece un programa específico para atender el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y dar respuesta a las muchas dudas e inquietudes que plantean las familias, la primera vez que acuden a esta consulta. 



- ¿Mi hijo es nervioso o tiene TDAH?



Es normal que los pequeños tengan mucha energía. Las diferencias entre el nerviosismo y el TDAH las encontramos en la causa, el lugar y el momento de aparición de los síntomas. Un niño puede estar nervioso por una situación puntual: un cambio en el ambiente, por ejemplo, la llegada de un hermanito, problemas en la escuela o falta de interés en la actividad y que puede ser una característica de su temperamento que conforme crezca irá reconduciendo, mientras que en el TDAH los síntomas son estables en el tiempo manifestando síntomas desde muy pequeños (bebés intranquilos, irritables o con problemas de sueño) y un patrón de comportamiento  caracterizado por la inquietud, la falta de autocontrol, la falta de concentración y atención y la impulsividad.






- Entonces...¿como puedo saber si mi hijo tiene TDAH? 



Algunas señales repetitivas que pueden ponernos en alerta como por ejemplo : No presta atención a los detalles, no logra mantener la atención en tareas y juegos, parece no escuchar lo que se le dice, no sigue instrucciones, pierde objetos a menudo y es olvidadizo, agita manos y pies, no permanece sentado el tiempo deseado, corretea, responde antes de que se termine de formula la pregunta, no espera los turnos en los juegos.



- ¿Y tiene algún  el tratamiento?

La valoración de estos niños en edades tempranas es el primer paso para establecer un criterio diagnóstico. En cualquiera de estos casos, el objetivo del tratamiento  es disminuir la frecuencia y la intensidad de los síntomas mediante una intervención planificada, coordinada, multidisciplinar y basada en una valoración global que nos permitirá establecer un plan de acción, psicoeducación y comunicación con los padres, tratamiento farmacológico ,si es necesario y así lo contempla un profesional y no farmacológico y de evaluaciones periódicas.


- ¿ Cual es el  papel hace del psicólogo o la psicóloga?

Desde un abordaje psicológico se apuesta por enseñarles estrategias cognitivas y conductuales para el manejo de sus impulsos, técnicas de relajación y habilidades de aprendizaje para mantener la atención y concentración. 

Por un lado, las intervenciones dirigidas al niño consisten en entrenar habilidades sociales, favorecer la autonomía, las relaciones interpersonales y enseñar a manejar su entorno. También, facilitar el autocontrol y disminuir la impulsividad mediante estrategias que le ayuden a pararse, pensar, tomar decisiones, actuar y evaluar las consecuencias. Por otro lado, las intervenciones dirigidas a la familia se centran  mejorar el bienestar de los padres, por ejemplo, intervenciones dirigidas  aceptar el tratamiento o enseñar pautas para manejar situaciones negativas.


- Su hermano está muy raro ¿puede tener también TDAH?

Los estudios genéticos reflejan que el índice de heredabilidad es de un 60-70%. Aun así, no existen aún pruebas genéticas o neurobiológicas para diferenciar el trastorno de forma definitiva. Hay que tener en cuenta los diferentes perfiles de los hermanos, es decir, cada niño es único. Asimismo, hay que tener en cuenta los celos de los hermanos ya que los niños con TDAH reciben más atención por parte de los padres. Para abordar la situación es aconsejable dar una explicación adaptada a la edad del hermano y equilibrar el trato entre ambos para que no haya un trato de preferencia y evitar comparaciones. De este modo, los hermanos también participarán en la intervención y serán grandes aliados.


- ¿La hiperactividad dura toda la vida?

Por un lado, con la adecuada intervención y apoyo, los niños hiperactivos pueden alcanzar el nivel curricular normal de su edad. Y, por otro lado, hay que cuidar las relaciones entre iguales desde pequeños ya que al acoso escolar puede dejar cicatrices.


- ¿La hiperactividad es consecuencia de un daño cerebral?

No. Una lesión cerebral puede tener como consecuencia que un niño sea hiperactivo junto con otros problemas psicológicos pero la mayoría de los niños con hiperactividad no presentan daño cerebral.


- ¿La hiperactividad es una enfermedad física?

No, las causas son varias. Al igual que ocurre con el daño cerebral, una enfermedad física puede tener como consecuencia que el niño no tenga atención o no se concentre, por ejemplo, una sordera no identificada. Pero los niños con hiperactividad no tienen ninguna enfermedad física.


- ¿A qué puedo jugar con mi hijo con TDAH?

A los niños con TDAH, como a todos, les gusta jugar. El juego, además de ser divertido, es fundamental en el desarrollo infantil. Mediante juegos como puzles, encontrar parejas de imágenes, completar secuencias de trazos, buscar diferencias o clasificar diferentes objetos se refuerza su memoria, atención y concentración. En los juegos de imitación motora se puede trabajar la respiración e introducir ejercicios de relajación que favorecen el control de la impulsividad. Y sobre todo ¡a divertirse!


Y por supuesto no hay que olvidar...

La detección lo antes posible, contar con el apoyo de los profesores y adaptaciones metodológicas en el colegio son factores determinantes para una intervención exitosa y de calidad. Asimismo, la coordinación entre la familia, terapeutas y profesores es fundamental. La base del pronóstico positivo es una intervención sistemática y planificada en la que intervenga todo el entorno del niño. Y una intervención que implique todos los ámbitos del desarrollo, es decir, cognición, social, comportamental, emocional y académico.

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