Los invernaderos almerienses suman 6 años sin registrar alertas sanitarias

Tras la alarma del isofenfos de 2009, Almería ha apostado por la lucha biológica que llega ya a 26.400 hectáreas

Fotograma del reportaje emitido por la cadena británica Channel 4 News.
Fotograma del reportaje emitido por la cadena británica Channel 4 News.
Manuel León
16:02 • 06 may. 2015

No se verá reflejado en ningún canal británico que acude al viejo Campo de Dalías buscando chozas e inmigrantes con moscas zumbando junto a sus labios, mientras se lavan los pies con una manguera de agua fría. No aparecerá en esos reportajes, pero el dato está ahí: las casi 30.000 hectáreas invernadas en la provincia almeriense alcanza ya los seis años sin ninguna alerta sanitaria, desde la crisis del isofenfos metil de 2009, que afecto a partidas de pimientos provinciales (la falsa alarma del e-coli  en 2011 no cuenta).




Nunca antes este sector, que supone el 20% del PIB provincial, había sumado un plazo tan dilatado sin ningún toque de rebato. Esta aseada cifra, que no pueden exhibir otros competidores como Marruecos, Turquía o Italia, no debe hacer olvidar que al agro urcitano le restan aún algunas escaleras para alcanzar la cumbre de la excelencia.




Puntos débiles
Lo argumentaba esta misma semana Jerónimo Molina, presidente de la cooperativas agroalimentarias andaluzas, “es verdad que esos reportajes de televisiones extranjeras reflejan solo una parte y lo exageran, pero lo que muestran de la inmigración y los residuos plásticos está ahí y debemos trabajar para erradicarlo, hemos denunciado que existen almacenes de comercialización ilegales, pero la Administración calla”. También terció ayer Juan Colomina, gerente de Coexphal, que “se han hecho muchas cosas positivas en el sector, per hay que seguir mejorando, espumando la grasa del cocido para que no volvamos a ser vulnerables”.




Coexphal calcula que, en la actualidad, existen en el campo almeriense unos treinta chiringuitos ilegales que campan a sus anchas, “mientras los inspectores acosan a las comercializadoras que están dadas de alta”.




Desde el Ayuntamiento de El Ejido, el concejal Manuel Gómez expresa que problemas como los residuos se van a solventar con la creación de la sociedad Frutilados del Poniente para la regeneración de los restos vegetales como piensos para el ganado y que “solo un bajo porcentaje de agricultores no hacen las cosas bien en la limpieza de plásticos”. El registro oficial de alertas sanitarias en la Unión Europea es el Rasff, sistema en el que Marruecos ha aparecido ya nueve veces en lo que va de año con el tomate, siete Turquía y otras siete Egipto con su pimiento. 




Italia también ha visto como sus hortalizas han rebasado en varias ocasiones en este 2015 el LMR (Límite Máximo de Residuos”.




Sin duda, en este triunfo almeriense, poco exhibido en el exterior, en los mercados donde se adquieren los productos de esta huerta abrigada, ha sido esencial la feliz generalización de los métodos de control biológico y lucha integrada. 




En la actualidad, más del 65% de los cultivos bajo plástico, 26.400 hectáreas, se producen mediante la introducción de depredadores naturales como los abejorros. Es la región del mundo donde más ha evolucionado ese sistema de vanguardia en el control de plagas generando una producción respetuosa.


Esta campaña, según los últimos datos de la Consejería de Agricultura, se espera llegar en tomate a más del 90% de la superficie en control biológico, cuando hace cuatro campañas solo llegaba al 20%. También ha sido notable la evolución en otros productos como el pimiento. La facturación del sector alcanza en destino los 2.330 millones.


Dos torys piden que se investigue a Almería
Dos diputados conservadores británicos, Richard Drax y Neil Parish, miembros del Comité de Medio Ambiente y Asuntos Rurales, han pedido la apertura de una comisión de investigación en la Cámara de los Comunes “para comprobar su esas imágenes espantosas de Channel 4 News en Almería y Murcia son realidad”, según ha publicado esta semana Daily Mail.


Según el reportaje, del que se hace eco el rotativo londinense y los dos parlamentarios torys, “usted nunca querría comprar una bolsa de ensalada en un supermercado con  inmigrantes que son tratados como esclavos y viven en condiciones insalubres”. 


Añade el rotativo que “los trabajadores agrícolas en Almería utilizan arbustos como baños cerca de donde se cultivan las verduras y algunos viven en chozas inmundas de madera y láminas de plástico en campos de Almería, algunos en Murcia también son rociados con pesticidas y no se les pagas las horas trabajadas”. Añade el reportaje periodístico que “los trabajadores no cuentan con agua y jabón y las revelaciones horrorizarían a millones de clientes de los supermercados, para que estos calabacines lleguen a Inglaterra hay trabajadores que han sufrido mucho”.


Una empresa murciana, Agroherni, que vende 22 millones de euros en hortalizas en el Reino Unido, ha sido foco de las críticas.


Presión social
La presión social que ha provocado este reportaje, por encima de otros similares a tenor de la repercusión y ser emitido en horario de máxima audiencia, ha incidido en que representantes de cadenas de supermercados, clientes vips de las comercializadoras almerienses, como es el caso de Sainsbury o Tesco, han salido al paso indicando que exigirán mayores estándares de calidad y de bienestar a sus proveedores para no convertirse en cómplices.


El Reino Unido es el segundo cliente de las hortalizas almerienses. Hasta ahora, organizaciones agrarias como Coag y Asaja, Hortyfruta y el Ayuntamiento de El Ejido han indicado que hay que reaccionar ante estas graves acusaciones contra la agricultura almeriense. Pero, por ahora, no se ha dado ningún paso adicional.



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