La agricultura almeriense, la zona más alejada de los ‘terratenientes’

En torno al 80% de las tierras las cultivan sus propietarios y solo un 17% en alquiler

Imagen de archivo de invernaderos.
Imagen de archivo de invernaderos. La Voz
Antonio Fernández
20:08 • 14 ene. 2023

Almería es un modelo entre los sistemas agrarios productivos del país y no solo por su capacidad de generar frutas y hortalizas o su marcada vocación exportadora, sino por tratarse de la agricultura con un mayor carácter social del conjunto del país y, probablemente, en el conjunto de países del mundo.



Ese modelo se refleja en el hecho de que la inmensa mayoría de las tierras de cultivo son explotadas por sus propietarios que, en el caso de la agricultura intensiva, disponen de fincas que por término medio están en torno a las dos hectáreas de superficie.



Los últimos informes realizados en torno al régimen de propiedad de las fincas indica que en los diez últimos años se ha producido una reducción de los porcentajes de tierras que son cultivadas por sus propietarios. Si hace una década se indicaba que ese porcentaje estaba en el entorno del 84-85 por ciento, en la actualidad estaría en torno al 80 por ciento.



El dato pone de manifiesto que la agricultura almeriense no es precisamente cercana a ese modelo, tradicional por otra parte en Andalucía, que vincula las fincas a la figura del terrateniente, propietarios con grandes extensiones de tierras de cultivo que, en algunas provincias, representan más del 40 por ciento de las fincas.



Invernaderos



Evidentemente la mayor parte de los propietarios-productores pertenecen al sector hortofrutícola y, más concretamente el modelo de los invernaderos, donde se registra el mayor porcentaje de agricultores que cultivan sus propias tierras.



Analistas del mercado como el profesor de la Universidad de Almería Emilio Galdeano no dudan en considerar que Almería es la región del mundo con una mayor penetración de la economía social en los modelos agrarios, es decir donde la propiedad de la tierra y régimen de explotación está en manos de los pequeños agricultores, lo que genera una economía de escala mucho más eficiente en cuanto al reparto de la riqueza que otros modelos más jerarquizados y con propietarios de tierras con mayores superficies de cultivo.



La tendencia Los últimos años han supuesto un cierto cambio en este paradigma en la provincia y, en ese sentido, la superficie media de las explotaciones almerienses se ha incrementado en torno a un veinte por ciento, desde la hectárea y media que se registraba hace una década a cerca de dos hectáreas y media.


El resto de las tierras en cultivo se reparten entre otras modalidades de explotación, y entre ellas destaca por su crecimiento el régimen de alquiler, que ya ha superado el 17 por ciento de las que se cultivan: En buena parte de los casos son los trabajadores de las fincas, entre ellos numerosos inmigrantes, los que optan por esa fórmula, explotando las fincas a cambio del pago de una renta anual.


Lo que prácticamente está desapareciendo es un modelo que históricamente ha tenido una gran presencia en la agricultura de la provincia, especialmente en las zonas de interior; la aparcería (explotar tierras y repartir los beneficios con los propietarios) que hoy apenas representa un 0,5 por ciento de los cultivos.


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