Un grupo de empresas entona un ‘réquiem’ por el tomate almeriense

Coprohníjar, La Palma, Hortichuelas, Vicasol, Única, Vicasol y CASI lanzan un manifiesto

Alianza de grandes grupos en defensa del tomate.
Alianza de grandes grupos en defensa del tomate. La Voz
La Voz
14:07 • 08 oct. 2021 / actualizado a las 14:08 • 08 oct. 2021

Varios de los mayores grupos de comercialización de la provincia de Almería, al que se ha sumado la empresa granadina La Palma, han unido sus fuerzas para poner en marcha una campaña reivindicativa destinada a ‘salvar’ al tomate almeriense, afectado por la fuerte competencia que llega desde terceros países.




Lo hacen a través de un manifiesto que denominan 'Réquiem por el tomate español', que advierte del paulatino descenso de las ventas de los tomates almerienses o granadinos, que está arrastrando a su vez a un descenso constante en las superficies de cultivo y en las producciones.




El principal problema que debe afrontar este producto, hasta hace pocos años la auténtica estrella del campo almeriense, es la pérdida constante de precio en la comercialización y sobre todo en las exportaciones, merced a una competencia feroz “que está expulsando del mercado a nuestros tomates”.




Recuerdan que en ese proceso ya han quedado casi fuera del mercado otras zonas productoras españolas como Murcia o Canarias, “y ahora nos está tocando a nosotros”. La preocupación de los impulsores de esta iniciativa (CASI, Vicasol, Única Group, Biosabor, Coprohníjar, Hortichuelas y La Palma) es que ese mismo proceso se repita en años venideros con el resto de productos que se cultivan en el sureste español.




Los presidentes de esas empresas comercializadoras mostraban ayer en el recinto ferial de IFEMA en Madrid su preocupación por la ausencia de respuestas ante una competencia que juega con la ventaja de unos costes de producción sensiblemente inferiores, aunque también miran hacia dentro al valorar como un déficit la falta de control de la cadena de valor.




Sostienen además que Almería ha quedado como el último reducto para el tomate español y advierten que en esa ‘guerra’ de precios las grandes cadenas de distribución también tienen mucho que perder porque, de hecho, ya se presentan los primeros problemas al no encontrar proveedores europeos con capacidad para atender la demanda en condiciones óptimas de calidad, seguridad o garantía de suministro.




Piden más control de las importaciones de productos no comunitarios, la aplicación de los mismos requisitos de calidad, salubridad, ambientales o sociales que se somete a las producciones almerienses y consideran que es posible actuar porque “al consumidor europeo le da igual pagar 1,69 o 1,79 euros, una diferencia que significa para los productores almerienses cubrir costes y poder vivir dignamente de su trabajo.




Advierten que perder la autonomía agroalimentaria puede llegar a ser grave, y también que si no se adoptan medidas de control “acabaremos todos en la cola del Banco de Alimentos”.


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