Las reformas en el sistema sanitario propagan como un virus contagioso la preocupación por la asistencia médica entre miles de inmigrantes afincados en la provincia de Almería. Hoy, en plena crisis económica, quedarse sin empleo puede llevar a muchos ciudadanos a quedarse también sin tarjeta sanitaria.

La inquietud es creciente, especialmente entre países latinoamericanos con acuerdos bilaterales con España. Aminta Buenaño, embajadora de Ecuador, alertó sobre esta situación durante el X Congreso Iberoamericano de Municipalistas celebrado en el mes de octubre en Almería. “Los ecuatorianos que estuvieron trabajando, pagando impuestos, por la crisis se han quedado sin trabajo; es difícil para ellos y tienen poca opción para la tarjeta sanitaria”, explicó en declaraciones a LA VOZ.

Una preocupación similar presentó ayer la cónsul de Colombia en Sevilla, Gabriela Cano, en un encuentro con compatriotas en la provincia coordinado por la asociación ‘Almería para todos’, que dirige Yaddy González.  Cano aseguró que existe “cierta alarma” en el colectivo de colombianos sobre el impacto de las reformas en “la atención médico-sanitaria”, aunque matizó que ambos países cuentan con una base de convenios de colaboración sobre la que trabajar en el futuro.

De momento, la Junta de Andalucía ofrece un balón de oxígeno a los inmigrantes y no aplica la medida que deja sin tarjeta sanitaria a los ‘sin papeles’. En todo el estado se calcula que unas 150.000 personas tienen menos suerte.

En Almería residen actualmente unos 6.000 colombianos, una de las comunidades más numerosas junto a ecuatorianos y argentinos. Muchos llevan años en España, tienen hijos en el país y han establecido en Almería sus negocios. Se trata, por tanto, de un colectivo perfectamente integrado.

Más información en la edición en papel