El auténtico valor de las cosas

Una bicicleta rota, una pelota vieja, un baúl pasado de moda podían ser un tesoro

  • Eduardo de Vicente
  • 14.08.2022
  • / actualizado a las 12:48
  • 14.09.2022

En el comedor de mi casa teníamos un aparato de radio que fue sobreviviendo, superando generaciones hasta hacerse eterno. Los niños jugábamos a ir buscando emisoras extranjeras con el dial, siguiendo la ruta que marcaba la pantalla en la que aparecían los nombres de ciudades remotas. Era como hacer un viaje: Lisboa, París, Londres, Roma, mientras sonaban entre las tinieblas voces lejanas de locutores extranjeros.