Almería en la I Guerra Mundial

Los intelectuales españoles, a pesar de que España se declaró neutral, tomaron claramente posiciones

Pedro Mena Enciso
23:16 • 25 nov. 2014

Nuestra columna se asoma hoy, de una forma muy breve, a la Almería de 1914 de la mano de tres grandes historiadores (Fernando Martínez, Andrés Sánchez Picón y María Dolores Jiménez). Efectivamente, fue el Centenario de la Gran Guerra lo que motivó que el IEA, a través del Departamento de Historia del que siento orgullo de pertenencia, organizara el pasado 11 de Noviembre en la UNED una excelente Jornada dedicada a analizar las consecuencias del trascendental evento mundial en nuestra provincia. Los citados historiadores mostraron su calidad investigadora a través del análisis de los efectos de la contienda en una Almería que se vio sorprendida por el “terremoto” de un conflicto que generó entre los ciudadanos hambre y miseria. Magnífica introducción de los coordinadores de la sesión (José María Verdejo y Francisco Rodríguez). Nos presentaron importantes datos sobre los 28 almerienses que participaron en la Guerra, así como el comportamiento bien distinto, por ejemplo de los franceses, en la primera y segunda guerra mundial. El Catedrático Fernando Martínez, nos deleitó con una lección magistral sobre la actitud de los intelectuales españoles ante la Gran Guerra arrojándonos luz sobre esa dicotomía entre germanófilos y aliadófilos en una España de conflicto permanente desde los albores de nuestra historia. Es verdad, pues, que los intelectuales españoles, a pesar de que España se declaró neutral, tomaron claramente posiciones a favor de uno u otro bando. Fue Mª Dolores Jiménez, profesora titular de la UAL, la que recogió el testigo de Fernando para analizar con rigurosidad las posturas de los intelectuales y de la prensa almeriense con toda las fricciones, polémicas y guerra de intereses. Me pareció esclarecedor el análisis que realizó en torno al nacimiento de una cultura política de masas que pedía a gritos la supresión de nuestros políticos cuneros y reclamaba la defensa de los intereses de Almería en Madrid (¡cómo nos suena esto en esa eterna historia de una Almería abandonada por sus representantes políticos!). Finalmente, Andrés Sánchez Picón, Catedrático de Historia Económica, llevó el diagnóstico al terreno del impacto que causó la Guerra en la economía almeriense ya que tanto el comercio con el exterior en su conjunto, como las inversiones extranjeras o las exportaciones mineras y uveras se vinieron abajo. La demografía, la vida política y las condiciones de vida ya no fueron las mismas en una Almería que, al contrario que ocurriría en buena parte de España, se empobreció notablemente. Sugerimos al IEA la oportunidad de enriquecernos en el futuro con aportaciones de tan ilustres investigadores en otras cuestiones apasionantes de nuestra historia contemporánea. Es interesante mantener el formato con la participación de varios investigadores e intentar dejar un espacio para el debate.







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