Racismo contra Vinicius: Hay que separar el grano de la paja

“Vinicius Jr es la víctima”

Vinicius JR, en el partido ante el Valencia.
Vinicius JR, en el partido ante el Valencia. Europa Press
Salva R. Moya
17:54 • 22 may. 2023

Vinicius Jr es la víctima. El delantero está sufriendo racismo en el fútbol español y por ello merece una condena enérgica de todos los estamentos, los infractores y/o organizadores un castigo contundente y diría más, la creación de un órgano, un foro independiente y con credibilidad, para hacer un seguimiento y combatir esta lacra que atenta contra la dignidad humana. Cada vez hay más jugadores y menos futbolistas. Vinicius es una especie en peligro de extinción. Estoy convencido de que no se va a marchar y que los amantes del fútbol, más allá de colores, lo vamos a seguir disfrutando.



Por la Unión Deportiva Almería pasaron futbolistas de raza negra y con muchos de ellos tuve la oportunidad de debatir largo y tendido sobre el racismo. Sin ir más lejos Kalu Uche, Modeste Mbami o Henok Goitom participaron con sus testimonios en mi tesis doctoral “Racismo en el fútbol profesional. Realidad Social y dimensión mediática” y cada uno con su impronta reconocían que España no es un país racista aunque hayan sufrido gestos puntuales. En la actual plantilla rojiblanca hay un futbolista, Leo Baptistao, que ha escrito en uno de mis libros “Mordisco al racismo” y sin ir más lejos Lázaro Vinicius, el héroe ante el Mallorca, comentaba en directo en Gol a Gol con Ángel Acién que está aclimatado a Almería pero que lo que le ocurrió a su paisano Vini en Mestalla no se tiene que volver a repetir.



Cuando se produjo el triste episodio me vino a la cabeza el nombre de Samuel Etoo. Gracias al delantero azulgrana la moda peligrosa del cántico del “mono” en los estadios no se convirtió en un mal endémico. En 2006, el delantero azulgrana amagó con retirarse de La Romareda su entrenador, Frank Rijaard, sus compañeros Ronaldinho, Deco, Puyol… y el propio árbitro le convencieron para que continuara en el campo. Su amenaza no cayó en saco roto. El cántico del mono, racismo explícito, era una realidad en la liga española. Samuel lo soportaba en los estadios hasta que se plantó y dijo ¡basta ya! A raíz de su gesto, las autoridades se tomaron en serio el asunto, se creó la Ley 19/2007 contra el racismo, se endurecieron las sanciones y como consecuencia disminuyeron los gestos racistas en el fútbol.



Se repite la historia 17 años más tarde. Después de los insultos racistas que ha sufrido en diferentes estadios y nueve denuncias anteriores, Vinicius se planteó marcharse de Mestalla y Courtois reconoció que le hubiera secundado como el resto del equipo. ¿Qué hubiera pasado si se ejecutiva su plante? Ancelotti le recordó que la víctima era él y le animó a continuar sobre el verde.



No avanzamos. O se aplica la Ley con contundencia (cierre parcial o total del estadio, se quitan puntos) y ya verás como los clubes se ponen las pilas para expulsar a los racistas, como han hecho algunos dirigentes con sus ultras, o al final Vinicius terminará marchándose del campo porque se ha creado un caldo de cultivo peligroso hacia su figura. Hay diferentes maneras de denunciar el racismo; Dani Alves se comió un plátano y tiró de ironía, Mono Burgos se volvió a la grada y cantó la canción de Melody con los que le insultaban, Vinicius ha señalado e identificado al racista con su dedo.



Salva R. Moya director de Canal Sur en Almería es autor de la trilogía “Sin Odio, de la A a la Z”, “Mordisco al racismo” y “Tarjeta Negra al Racismo”.





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