Soy educador ambiental

Por si Perales te pregunta ¿a qué dedica el tiempo libre?, y aprovechando el Día Mundial de la Educación Ambiental, te explico. Soy educador ambiental y mi objetivo es cambiar el mundo. Decir estas cosas es un poco atrevido, porque adjetivos como utópico, soberbio e imbécil, rondarán por tu cabeza. 

Sé que seré derrotado. Otros con más capacidad de trabajo, sabiduría, oportunidades, agallas, carisma, poder, visibilidad, lo intentaron y fracasaron. Yo, invisible, inseguro, con el conocimiento, los recursos y habilidades justos para sobrevivir, no puedo llegar muy lejos. Camino a la locura, pero algo me impide cambiar de dirección.

Esta semana visitaremos tres veces Punta Entinas Sabinar para Aprender a mirar, un instituto de FP ,en La Cañada, para mostrarles qué es la educación ambiental, y contaremos el cuento Un delfín entre las estrellas. Presentaremos, junto al Área de Cultura de El Ejido, para escolares, “Los cuatro bosques de Murgi” y un “Estudio colaborativo de microplásticos a la orilla de la playa”. 

Con varios colectivos realizaremos dos actividades de voluntariado, la retirada de una red fantasma de la playa de Torregarcía y la visita al Humedal de Sotomontes, denunciado por el SEPRONA porque está siendo enterrado a conciencia con basuras.

Nuestro programa de radio lo dedicaremos al indestructible Algarrobico. Colaboraremos con algunas emisoras que le interesan lo que contamos, y publicaremos nuestra crítica opinión en los medios que nos lo permiten.

Diversas herramientas de un educador ambiental en su proceso permanente para que adquiramos conciencia del medio en el que vivimos, aprendamos conocimientos, valores, destrezas, experiencias y sobre todo la determinación que nos capacite para actuar, individual y colectivamente, en la solución de los problemas ambientales presentes y futuros.

No lo conseguiré, pero pondré mi granito de arena. Como tú, según el mundo que quieras construir.