Un error de libro

El enfrentamiento entre Ayuso y Almeida deja en evidencia a Pablo Casado

Julia Navarro
00:35 • 24 sept. 2021 / actualizado a las 07:00 • 24 sept. 2021

Dice el refrán que no hay peor cuña que la de la misma madera pero aún así cuesta comprender el espectáculo protagonizado por Isabel Ayuso, presidenta de Madrid, y el alcalde José Luis Martínez Almeida. Pasan los días y la pelea en vez de amainar se ha visto salpimentada por la dirección del PP.



Seguramente no soy capaz de comprender la importancia que tiene el presidir el PP de Madrid, pero visto desde fuera resulta una pelea pueril.



Resulta que la señora Ayuso y el señor Almeida, contra todo pronóstico, han sido capaces de ganar las elecciones en Madrid y gobernar la Comunidad y la ciudad, pero ahora parecen empeñados en ir en dirección contraria, es decir en perder las próximas citas electorales.



La pelea de patio de vecinos en que se han enzarzado pone en evidencia que detrás de sus imágenes bien cinceladas hay poco más que nada.



No me extraña que socialistas y podemitas se froten las manos. No van a tener que hacer mucho para volver a gobernar Madrid, puesto que Ayuso y Almeida ya se están encargando de que puedan hacerlo.



Si algo le fastidia a los ciudadanos es tener que asistir a esas peleas tan dadas entre políticos por obtener un trocito más en la parcela del poder. Un partido donde sus líderes muestran tanto afán por los cargos hasta el punto de llevar sus ambiciones a la plaza pública es un partido condenado a perder la confianza de la sociedad.



El enfrentamiento entre Ayuso y Almeida deja en evidencia a Pablo Casado, que a estas alturas no parece terminar de tener en sus manos las riendas de su partido.



Sin duda, Isabel Ayuso se ha convertido en una política querida y admirada en las filas de la derecha de la misma manera que el alcalde Almeida también ha conseguido que ciudadanos que no son del PP valoren su gestión al frente de la capital. Por eso cuesta más comprender que se hayan enzarzado en una batalla que solo beneficia a sus adversarios políticos, pero igualmente es incomprensible que desde Genova 13 no hayan sabido reconducir la guerra fratricida del PP en Madrid.


Son ganas de perder las próximas elecciones.


Temas relacionados

para ti

en destaque