¡Apártense vacas!

Diego López Alonso
01:09 • 21 may. 2021 / actualizado a las 07:00 • 21 may. 2021

La expresión completa es: “Apártense vacas, que la vida es corta” y es de Gabriel García Márquez. Aparece como esquela mortuoria en una corona de flores que dedican al coronel Aureliano Buendía, sus buenos amigos, en su funeral. Me hizo estallar de risa una madrugada mientras la leía hace más de 40 años, en mi casa del Quinto Pino, casi recién llegado a Almería como profesor del entonces llamado CUA (Colegio Universitario de Almería). Desde entonces la escogí como divisa y hoy me ha parecido apropiado glosarla.



La frase tiene una interpretación literal porque, en la novela, el coronel Aureliano Buendía se dedicaba a la cría de vacas. Pero a nadie se le escapa otros significados posibles, tomada como metáfora. Para mí, lo más obvio es que las “vacas” son toda esa gente negativa, tóxica, que trata de impedir tu progreso como persona.




Algunas haciéndolo deliberadamente, con maldad. Otras, inconscientemente, por estupidez. También son las que te ponen trabas para impedir tu felicidad y el disfrute de los pequeños placeres de la vida. Toda esa gente pesada, pelma, que se empeñan en adoctrinarte en lo que ellos veneran como verdad. ¡Apártense vacas! es la invitación a no dejarse detener por ese tipo de gente.



“Que la vida es corta”, es la presuposición que justifica la orden dada a las “vacas”. ¿La vida es corta? Parece ser así para la mayoría de la gente, porque casi nadie acepta de buen grado que ha llegado su hora. Siempre nos parece prematura. Luego, si la vida es corta, conviene no desperdiciarla. Conviene no dilapidar nuestro precioso tiempo de vivir atendiendo a problemas de “vacas”. El uso del imperativo (¡apártense!) sugiere que no debemos pararnos a considerar con demasiada profundidad los problemas que nos plantean las “vacas”, porque son problemas de “vacas”, sin importancia real. Simplemente hay que aorillarlas, dejarlas a un lado, y pasar de largo sin perder mucho tiempo en razonar con las “vacas”. Porque la vida es corta y sería estúpido dedicarla a tratar de resolver problemas de “vacas” habiendo tantas cosas en la vida que merecen ser disfrutadas…








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