Bienvenido a la cordura

Adriana Valverde
01:03 • 20 nov. 2020 / actualizado a las 07:00 • 20 nov. 2020

Esta pandemia está poniendo contra las cuerdas a muchos sectores económicos y sociales de nuestro país. Al estrés que está sufriendo la sanidad pública española, se le ha ido uniendo la crisis en el sector turístico, comercial y hostelero. La imposibilidad de poder viajar durante los meses del Estado de Alarma y un verano marcado por el miedo al virus han provocado que miles de empresarios de la hostelería se vean obligados a mandar a sus trabajadores a los ERTEs, una tabla de salvación ofrecida por el Gobierno de España para sostener un mínimo tejido económico y mantener los salarios de los trabajadores.


En estas semanas en las que la COVID19 ha vuelto a expandirse con datos muy alarmantes, la Junta de Andalucía, bajo el amparo del Estado de Alarma, ha decretado el cierre de toda actividad no esencial a partir de las 18 horas. Esta medida, junto con otras, es necesaria para controlar y rebajar la expansión del virus y busca evitar otro confinamiento total. Pero estas medidas preventivas deben venir obligatoriamente acompañadas de otras de carácter económico y fiscal que ayuden a estos empresarios, para que no se vean en la tesitura de cerrar sus negocios y tener que mandar al paro a sus trabajadores. 


Desde el Gobierno se han liberalizado los ahorros municipales para que los ayuntamientos dispongan de más recursos con los que ayudar a los sectores más afectados por la crisis, siendo la hostelería uno de ellos. Quiero desde estas páginas denunciar que, en el caso de Almería, el equipo de gobierno del PP y el alcalde han decidido destinar cerca de 18 millones de esos ahorros de todos los almerienses al pago de las sentencias en las que ha sido condenado  nuestro Ayuntamiento por la mala gestión popular en las expropiaciones del Paseo Marítimo, una decisión que impide ayudar al comercio o a la hostelería de nuestra ciudad como se merecen. 



Pero esto no debe servir como excusa para no hacer un esfuerzo. Por ello, desde la lealtad política que debe primar en tiempos difíciles como los que estamos viviendo, desde el PSOE proponemos una serie de medidas al equipo de gobierno del PP, con objeto de que puedan ser incorporadas al Plan ‘Reactiva 20’


Entre esas medidas se encuentran la bonificación de las tasas de basura, agua y alcantarillado, la devolución de una parte de IBI o de la tasa de licencia de apertura de establecimientos para aquellos propietarios que se hayan visto afectados por la crisis, además de la devolución de parte de la cuota del impuesto sobre actividades económicas a los titulares de actividades de la hostelería igualmente afectados por la pandemia. Algunas de estas medidas que hemos presentado han sido adoptadas por el el equipo de gobierno, que ha tenido, esta vez sí, la cordura y la sensatez de rectificarse a sí mismos y hacer caso a esta oposición. 



Estas medias vienen a sumarse a las ya propuestas por el PSOE desde el inicio de la crisis sanitaria, que el alcalde no ha quiso escuchar en su momento. La realidad le ha pasado por encima y las decisiones tomadas no han hecho más que parchear una situación que ya se vislumbraba difícil. Es por ello que además le pedimos la creación de un fondo de ayudas directas para las empresas de hostelería afectadas por la crisis con cargo a los gastos que puedan ser prescindibles del Presupuesto Municipal de 2020


Ahora ya sabemos para qué quería el alcalde utilizar los ahorros municipales: para pagar las sentencias por su mala gestión y no para ayudar a quienes peor están viviendo la crisis, como los hosteleros y también los comerciantes, que con gran esfuerzo levantan la persiana de sus establecimientos y siguen cada día adelante.





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