Un San Juan responsable

Ya lo dijimos durante los momentos más duros del COVID-19: “las calles de Almería no estaban vacías, estaban llenas de responsabilidad”. Y lo hemos vuelto a demostrar en la Noche de San Juan, con nuestras playas y paseos marítimos vacíos de gente, pero repletos de sentido común. Del mismo sentido común que ha hecho de Almería la capital andaluza con menos casos de coronavirus en relación al número de habitantes.

La de San Juan es tradicionalmente una noche de fiesta, de hogueras, de barbacoas y encuentros multitudinarios en las playas que este año se ha tornado en una inusual noche de tranquilidad. Y debemos felicitarnos por ello porque es lo que tocaba. El Ayuntamiento, atendiendo a los requerimientos de las autoridades sanitarias, lo consideró como un día normal de playa tras el confinamiento, es decir se podía disfrutar de los arenales manteniendo la distancia de seguridad y las medidas higiénicas hasta las doce de la noche y quedaban prohibidas moragas, barbacoas y botellones.

El refuerzo de la seguridad fue la única excepcionalidad, en previsión de que algún 'verso suelto' se pudiera pasar por el forro del bañador los avisos de precaución. Hubo quienes adelantaron su tradicional baño de San Juan y quienes optaron por el paseo vespertino o por celebrar la tradición en familia y la normalidad fue la nota general. Una vez más, los almerienses hemos vuelto a cumplir y la fiesta de San Juan ha dejado claro que en Almería somos responsables, sabemos medir qué debemos hacer y cuándo y, lo más importante, ofrecemos un destino turístico seguro a quienes quieran venir a conocer nuestras playas, nuestro Parque Natural de Cabo de Gata, nuestra cultura, nuestro patrimonio, nuestra gastronomía, nuestra hospitalidad o nuestras tradiciones. 

Enhorabuena porque esta responsabilidad en un momento como el actual es buena para todos. Para nuestra salud, que es lo primero, y para animar a los turistas a visitarnos y reactivar así nuestra maltrecha economía como consecuencia de la pandemia.