El impuesto a los ricos

Rafael Torres
22:49 • 13 may. 2020 / actualizado a las 07:00 • 14 may. 2020

Un rico, para serlo y ser identificado como tal, necesita que la inmensa mayoría de sus compatriotas no lo sea, pero una cosa es eso, y otra, algo distinta, es que el rico requiera que sus compatriotas devengan en pobres de pedir.


Si lo que les sobra a unos pocos se corresponde exactamente con lo que les falta a casi todos los demás, en las actuales circunstancias (y en las que se avecinan) el llamado Impuesto-Covid a los ricos que defenderá Podemos en el Congreso no es solo la lógica demanda de un partido de izquierda, sino una urgente necesidad nacional. Dicho impuesto ofrece ese carácter de devolución de un poco de lo mucho que los ricos deben a la sociedad que les enriqueció. El gobierno puede ser el que sea, pero ahora, cuando millones de trabajadores se van a despeñar por la sima del desempleo, y las arcas públicas se van a quedar tiritando por el esfuerzo para que no caigan en la de la desesperación, el hambre y la miseria, qué menos que los que más tienen se dejen de caridades y limosnas y se desprendan regladamente de la parte que les corresponde.


Por lo demás, se trata de una devolución tan insignificante para el que la realiza como valiosa para quienes la reciben. Un 2% para fortunas superiores al millón de euros (un 2,5% a partir de diez millones), que, si el Estado se lo toma en serio y ciega las vías por las que los ricos burlan a Hacienda, pueden suponer unos 11.000 millones de euros, el 1% del PIB. Al parecer, el PSOE estaría más o menos por la labor, y el obstáculo para que prosperara la iniciativa es Ciudadanos. Pues, la verdad, a éste se le presenta, si la apoya, una oportunidad de oro para demostrar y demostrarse que sirve para algo.







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