Equivocarse a medias

Ramón García
22:46 • 13 ene. 2020 / actualizado a las 07:00 • 14 ene. 2020

Se puede ser visionario o equivocarse de parte a parte, incluso en una misma tacada. Si a Nostradamus le pasó, no iban a ser menos los chicos de la banda mas ochentera de los ochenta: The Buggles


En uno de sus temas, Living in the plastic age, acertaban augurando precisamente lo que nos ocurre en la actualidad, el estrés permanente generado por nuestros teléfonos y esos polímeros asesinos que tanto soliviantan a Greta Thumberg.


Sin embargo su canción más conocida y por la que figuran en la no muy loable categoría de los ‘one hit wonder’ – esas bandas que solo consiguen un éxito – fue su mayor equivocación. A más de cuarenta años de la publicación de Video killed the radio star, la radiodifusión sigue siendo uno de las mejores maneras de estar informado, con el permiso de Youtube. El mundo del podcast – algo así como la radio a la carta – ha llegado en el momento oportuno para conseguir que este medio nuevamente sobreviva a la amenaza de internet.



Así que Trevor Horn y Geoffrey Downes, los dos músicos que se escondían bajo ese juego de palabras inspirado por The Beatles, erraron en una de sus previsiones aunque acertaran en la otra. Eso sí, dejaron para la historia un disco que siempre merece la pena recuperar.


Horn, como Alan Parsons, comenzó como productor en los setenta, pero cansado de ayudar a los demás a triunfar decidió probar suerte con su propio proyecto, echando mano de su compadre Geoff en las teclas, con quien había compartido algunos años en la banda de la discotequera Tina Charles



Juntos, y con la ayuda de algunas composiciones del guitarrista Bruce Woolley – que inoportunamente saltó del carro justo antes del éxito – fabricaron un LP perfecto mezclando todos los elementos les podían hacer triunfar en ese momento: un poquito de la disco-music ya en declive, bastante tecno, aprovechando las nuevas gamas de sintetizadores, unas gotitas de new wave y, sobre todo, unas melodías ultra pegadizas junto a una producción impecable.


La inspiración les dio solo para dos discos, y con el segundo se dieron el batacazo. Se codearon con la realeza del progresivo, formando parte de Yes en su disco más controvertido, Drama, mi primera adquisición de la banda británica. A lo mejor por eso les tengo un cariño especial. Trevor continuó con una brillante carrera como productor – ¿recordáis Relax, de los Frankie goes to Hollywood?. Obra suya – y Geoff fue el teclista de una exitosa banda de AOR llamada Asia. No les fue nada mal a esta pareja de pitonisos musicales. Eso sí, el video no ha conseguido todavía acabar con la estrella de la radio. Que me lo digan a mí.




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