Manifestación de los trabajadores de la limpieza de la mano del CSIF

Juan Torrijos
07:00 • 06 ene. 2020

Qué debe estar pensado don Pedro Baldó, líder de CCOO durante muchos años en la empresa de la limpieza, cuando ve a su sindicato, al que dirigió provincialmente y con buena mano según se decía entonces, barrido de una manifestación de los trabajadores? Debe ser muy duro para él y otros líderes del sindicato ver cómo los trabajadores de aquella empresa, en la que durante años han mantenido una hegemonía absoluta, les han dado totalmente la espalda. Algo parecido se podría decir de la UGT, aunque reconociendo que en el caso de la empresa de la limpieza siempre ha estado en segunda posición. Hoy en día CCOO y UGT han desaparecido de sus comités, y lo más triste para ellos es que lo hacen, así lo comentan en sus reuniones de ejecutivas en manos del llamado sindicato de la derecha, el CSIF. Ver una manifestación de trabajadores de la empresa más politizada y radical con banderas del CSIF y Uso no dejaba de ser una imagen extraña en las calles de la capital. ¿Qué ha pasado entre los trabajadores de la empresa, qué entre los sindicatos de clase ante la situación creada en una empresa que estuvo siempre en manos de los de clase, CCOO y UGT? La única manifestación de estas dos centrales, y que no deben dejar de realizar, es la presencia de sus líderes provinciales en la puerta del edificio de los sindicatos cuanto muere un trabajador en el tajo. Algún viejo sindicalista de CCOO, hoy jubilado pero con ganas de seguir dando guerra, comenta que los sindicatos de clase se han aburguesado, que se han quedado en las fuentes del dinero y que éste les ha llegado siempre desde las administraciones. Se han dedicado a enseñanza, sanidad, ayuntamiento y poco más. Han abandonado los tajos, se refugiaron en estos sectores de la administración, sectores que ahora ven como también los están perdiendo a manos del CSIF. La imagen de aquella manifestación en las calles donde no había ni una bandera de CCOO y de UGT debía suponer un antes y un después en la vida sindical de estas centrales de clase. Eso debía, pero la reacción aún no se ha producido o no la hemos visto ni en las sedes ni en las calles, se debe estar muy cómodo, vivir muy bien entre subvenciones y liberaciones de las administraciones públicas. ¿Si el Gobierno no les busca alguna subvención más tendrán que ir apagando la luz?






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