De los casi 700 millones perdidos, ni un euro ha llegado a Almería

Juan Torrijos
11:00 • 23 nov. 2019

Decían los socialistas que nos querían con locura, pero a la hora de repartir millones no se acordaban de nosotros. Ni siquiera de tantos militantes socialistas almerienses que lo mismo estaban tan o más necesitados que los de Sevilla, Jaén y otras provincias andaluzas. Venían los presidentes andaluces y ofrecían millones de euros para Almería. De los millones de las cuentas A de Andalucía pocos llegaban a nuestra tierra, pero es que de la cuenta B, esa que no aparece en los presupuestos, que se la reparten como quieren y les da la gana los políticos, ni un euro, oiga, ni un euro han recibido los almerienses. Nos querían mucho desde el gobierno sevillano de la Junta, pero dejaron al socialismo y socialistas almerienses fuera del reparto de los más de 800 millones que al final del caso de los Ere aparecerán. En Almería no debía haber ningún militante al que prejubilar, ninguna empresa con problemas, ninguna crisis durante la década del cachondeo de los Ere. Hemos tenido mala suerte los almerienses. No hemos estado en los presupuestos de la Junta como nos merecíamos, no nos ha tocado la lotería y la lluvia de millones que se nos prometían los que mandaban y cuando la oportunidad estaba en los Ere ni se acordaron de nosotros. Pero nos querían con locura y estaban donde siempre, defendiendo a los almerienses. Lo mismo hay que reconocer que algún socialista almeriense con poder en la Sevilla del Clan de Alcalá, listo y honrado él, no estaba por la labor de que Almería se viera envuelta en el escándalo más grande de la historia de la comunidad y nos dejó fuera de la recogida de millones. ¿Honrado o tonto? Se lo han llevado crudo, sin miramientos y a Almería no le ha llegado ni un euro. No sé lo que pensaran ustedes, pero en medio de la vorágine oscura y económica en la que andan metidos los políticos, si uno de Almería se hizo el santo ante el reparto de los más de 800 millones de euros desde el gobierno de la Junta, solo podemos pensar que era un tonto y con capirote puesto. Por esta tierra diríamos que era un zipote de tomo y lomo. Mira que ver cómo se llevaban los millones los compañeros del partido para sus amigos y empresas y no traerse ni uno para los suyos y nuestras empresas. ¿Honrado o tonto? Entre tanto lobo el nuestro debía ser un corderito.






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