No seas cómplice

Antonio Valdivieso Montes
07:00 • 22 nov. 2019

CCOO, en este 25N, reitera su rotundo y total rechazo a las violencias contra las mujeres, la expresión más dramática y cruel de las desigualdades materiales y culturales que persisten, dirigidas a atacar la libertad, la seguridad, la autonomía de las mujeres y a mantenerlas en una injusta situación de inferioridad.


Denunciamos el continuo agravamiento de los factores estructurales, que son el caldo de cultivo de las violencias machistas: la feminización de la pobreza, el desempleo y la precariedad laboral, junto a la ausencia de una política de educación para la igualdad y la corresponsabilidad, y la insuficiencia de políticas activas de igualdad y de recursos suficientes y proporcionados para la prevención, protección y atención a las víctimas. Todos ellos, factores que contribuyen a aumentar las situaciones de exposición al riesgo, vulnerabilidad y dependencia de muchas mujeres.


Las cifras son de vergüenza, a 5 de noviembre de 2019, 51 mujeres han sido asesinadas en lo que va de año, 1.027 desde 2003 y 43 menores. Tres casos permanecen en investigación. Las víctimas han dejado 37 huérfanos/huérfanas.



El Observatorio de Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial acredita, en el primer semestre de 2019, a 77.342 mujeres víctimas de violencia de género (VVG), y se han emitido 23.171 órdenes de protección.


Según datos del Ministerio del Interior, en 2018 se denunciaron 1.702 delitos de violación y 12.109 delitos de agresión y abuso sexual. En acoso sexual, las denuncias apenas llegan a los juzgados o a la Inspección de Trabajo. En 2017 el número de denuncias presentadas por acoso sexual, acoso por razón de sexo y acoso discriminatorio fue de 287. Sin embargo, en tan solo 8 casos la Inspección decidió imponer infracción.



La estadística es necesaria, imprescindible para conocer la verdadera dimensión y magnitud de estas violencias, pero no es suficiente. No podemos quedarnos en seguir actualizando el contador de datos.

No podemos bajar la guardia, porque todas las vidas cuentan. Con cada mujer humillada, acosada, golpeada, violada y/o asesinada se agrieta el estado social y de derecho. En definitiva, se cuestiona nuestro sistema democrático. Porque con cada caso se demuestra que el estado no cumple con su mandato constitucional de remover y destruir obstáculos que impiden la plena igualdad. Porque pese a ser escalofriantes las cifras, que no dejan de crecer, las estadísticas dejan fuera a muchos otros tipos de violencia que considerar, como recoge el convenio de Estambul.



Para CCOO son vidas, no números, nos importan las personas, sus condiciones de vida y trabajo, sus derechos, sus libertades, su bienestar, su autonomía y desarrollo personal. Queremos visibilizar a las mujeres que están detrás de los números, su libertad cercenada, sus oportunidades y derechos mermados. En definitiva, demostrar que tras las cifras existen VIDAS.


Queremos recordar que las violencias machistas las matan, las agreden, las humillan, las acosan… por ser mujeres. Y que quienes lo hacen son hombres. Los hombres de CCOO queremos acompañar a las mujeres en esta lucha contra la desigualdad y la violencia de raíz capitalista y patriarcal.


Combatir este sistema, luchar por erradicar las desigualdades y violencias que genera, así como combatir la cultura patriarcal, los machismos explícitos y también los micromachismos ocultos, normalizados, todos ellos responsables de mantener y reproducir desigualdades, discriminaciones y violencias hacia las mujeres, es para un sindicato como CCOO, sociopolítico, de clase y feminista, una tarea común, de todas y todos.

El compromiso de CCOO como organización sindical de clase y género no solo se escribe sobre el papel. Sabemos bien lo necesaria que es la acción. Por eso, vamos a luchar por corregir, prevenir y actuar en la erradicación de las violencias machistas.


Ante el avance de posiciones políticas “negacionistas” de la violencia de género, no vamos a tolerar ni un paso atrás en derechos de las mujeres, exigiremos la aplicación de todas las medidas del Convenio de Estambul para luchar contra todos los tipos de violencia hacia las mujeres y continuaremos demandando la financiación necesaria y el desarrollo de las medidas recogidas en el Pacto de Estado para la mejora de derechos laborales y económicos, de los cambios culturales y educativos.


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