Coexphal avisa de agotamiento del modelo agrícola almeriense

Juan Torrijos
11:00 • 20 jul. 2019

Veinte años de pequeña pero inexorable decadencia son los que viene soportando el invernadero familiar almeriense. Luis Miguel Fernández Sierra, gerente de Coexphal, se ha atrevido a poner los puntos sobre la problemática del modelo almeriense, que no es otra que la rentabilidad. Llevamos años luciendo cifras, estadísticas, ventas anuales, exportaciones millonarias, pero el dinero que cobra el agricultor no ha seguido esa senda millonaria. Hemos vendido que somos los mejores, los que más vendemos, y posiblemente nos hemos dejado en los cajones de las entidades ahorradoras la verdad, yo diría la cruda realidad sobre el invernadero almeriense. Hay que agradecer al señor Fernández la valentía demostrada, ese paso adelante y decir una verdad histórica sobre el campo almeriense. A lo largo de los últimos veinte años Almería ha perdido competitividad y rentabilidad. Esa rentabilidad que ha supuesto para miles de familias que viven del invernadero ver cómo sus cuentas han perdido ceros en cajas y bancos. Los precios no los marcamos nosotros, ni siquiera las grandes empresas que se están creando en el sector. Los pequeños agricultores almerienses, los que crearon aquel modelo de agricultura familiar almeriense hoy se encuentran muchos de ellos cercanos a la bancarrota. Si las entidades ahorradoras decidieran sacar a la luz el número de invernaderos embargados que tienen nos llevaríamos una desagradable sorpresa. Préstamos sobre préstamos en los que solo se pagan los intereses y así campaña tras campaña. Si valiente ha sido don Luis Miguel Fernández Sierra, nos haría falta que otros protagonistas de la economía y del agro almeriense fueran tan valientes como él y dieran ese mismo paso. Esconder las sombras solo le servirá al agro para que se vayan extendiendo y al final en ellas lo sumergiremos. Y llevamos veinte años intentando esconderlas. Lo lamentable es que a lo largo de estas décadas no se ha encontrado modelo familiar a seguir y estamos en mano de las grandes empresas con la participación de la banca nacional apoderándose del mercado. Si esa es la solución que se lo digan a los agricultores, que sean valientes y se inicie un cambio que busque soluciones. Nos encantan los “agradaores”, pero el campo almeriense se merece la verdad, aunque está sea muy dura. Gracias Luis Miguel.






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