Un escenario de saqueo y esquilmación

Durante años, denunciar públicamente el atraco al bolsillo de los andaluces que suponía esa innecesaria y carísima administración paralela que el PSOE fabricó en la Junta de Andalucía para abrevar a compañeros, militantes y amigos, te suponía dos cosas. De entrada, un puesto en el palmarés de “Facha del Mes” y, después de eso, la acusación de intentar confrontar -ese era el verbo empleado- con el gobierno andaluz. El PSOE siempre llevó muy mal que alguien se atreviese a salir del marco de perfección infalible que decretó para todos sus actos. Ellas y ellos jamás se equivocaban y todo lo hacían bien. Andalucía era imparable y quejarse o manifestar disconformidad era propio de gente merecedora de señalamientos y desafectos. Lo que pasa es que ahora, cada vez que el nuevo gobierno PP-CS abre un cajón en San Telmo, aparecen restos no borrados de un pasado que  parece confirmar el escenario de saqueo y esquilmación tantas veces denunciado. El último -en su acepción de más reciente- descubrimiento lo tenemos en la Fundación Andalucía Emprende. Un órgano creado para “fomentar la cultura emprendedora y la actividad empresarial andaluza mediante actuaciones y servicios de apoyo a personas emprendedoras, con el objetivo de impulsar la creación y el desarrollo de empresas y empleo en el territorio”. Suena precioso, sí, pero recuerden que en Andalucía ya había consejerías, delegaciones, diputaciones y concejalías dedicadas a este mismo fin. Pero la Junta creó además esta maravilla y la dotó de casi 41 millones de euros que, ahora lo sabemos, se repartían de este esclarecedor modo: unos 34 millones para pagar nóminas a casi mil afortunados empleados y otros casi 3,5 millones para gastos de mantenimiento. Sólo el resto del dinero se dedicaba al objetivo para el que fue constituida la Fundación. Como ven, más que emprendimiento, lo que hay aquí es un caso que invita al prendimiento. Pero con unas esposas.