Los concejales

Fausto Romero-Miura
07:00 • 12 may. 2019

La pieza fundamental del sistema democrático español son los concejales, los personajes de la obra más cercanos al pueblo, y de los que nace todo. No en balde, la Constitución dice en su artículo 140 que los Ayuntamientos están integrados por los Alcaldes y los Concejales; los concejales son elegidos por los vecinos y el Alcalde por los concejales.



¡Y ya estamos otra vez en campaña!



Así pues, los vecinos no eligen al Alcalde, sino a los concejales, de entre los que, elegido, a su vez, por ellos, saldrá necesariamente el Alcalde en elección de segundo grado, porque para ser alcalde hay que ser concejal, ya que se elige de entre éstos, lo mismo que al Presidente da la Diputación. Y, sin embargo, salvo excepciones, suelen pasar desapercibidos. 



Pero ¿por qué decide un ciudadano hacerse concejal o, más ampliamente, dedicarse a la política? Creo que un por revoltillo de vanidad, ambición y deseo de servicio, sin atreverme a detallar las proporciones de los ingredientes. Y no por interés económico, pues la mayoría de ellos presta gratis sus servicios a la sociedad. Y yo lo fui, que conste, y El País y La Vanguardia publicaron sendos artículos sobre mi renuncia a un sueldo inexistente. La Concejalía no es una profesión. 



Y, en pura lógica, hay también alcaldes que no comparten con Henry Kissinger que “el poder es el gran afrodisíaco”  y, considerando que cumplieron su programa de servicio, deciden no aferrarse al poder y no presentares a la reelección, para dedicarse a una alcaldía más gozosa y difícil: la de la abuelanza. Y así lo han decidido tres excelentes Alcaldes a quienes como almeriense quiero agradecer su dedicación, entrega y mejora de sus pueblos: Antonio Torres, de Berja; Francisco Alonso, de Canjáyar, y Félix López, de Vera. Un día los llamaré para que me cuenten qué es más difícil y gratificantes: gobernar a ciudadanos o a nietos. ¡Esto, misión imposible!



Claro que los hay también engreídos, vanidosos y desleales a los Partidos que un día los llevaron a la gloria y ellos al fracaso: Javier García Albiol y Borja Semper, vuelven a presentarse como candidatos a la alcaldía –perdida- por el PP pero han renunciado a las siglas de éste pidiendo no votes PP, vótame a mí.  ¡Un ejemplo de lealtad! 



Los concejales son elegidos por los Partidos para ir en sus listas electorales, o ellos mismos deciden crear una lista de independientes. 



Y el Partido que los presenta o los que se han integrado en la lista independiente, dan a entender que se consideran conocidos y bien valorados por sus vecinos, pero ¿cómo se explica, entonces, que haya listas que reciben menos votos que integrantes tienen, incluso cero votos; cómo se explica que ni ellos mismos se voten, a sí mismos o a sus compañeros de lista? ¿Es entendible que ni por amor o, siquiera, por caridad e, por incluso, mero despiste no les haya votado su novia/o, mujer, madre, padre, abuela, hijo, vecino compasivo o el piadoso cura párroco el lugar? Y esto ocurre también en Almería, no hay que ir muy lejos para hallar el prodigio de esa especie de aurora boreal electoral. Un particular campeonato que, hace años, ganaron exaequo el PdAl -“Partido de Almería” -que obtuvo ¡cero votos!, en Alsodux, Illar, Nacimiento, Rioja y Las Tres Villas; GIAL, en Illar, Instinción y Las Tres Villas; el PA, en Pechina; y el PP en Bayarque.


¿Con qué pasión y convicción habrán transmitido su mensaje esos políticos con tan poca fe en su mensaje que ni se votan?

Claro que puede influir en ello el despoblamiento y envejecimiento de la población. La España rural vaciada puede cambiar los resultados de una época. Y no olvidemos, tampoco, razones de otro orden: en las elecciones municipales con frecuencia aflora el odio, la inquina: las vísceras no entienden de razones, y hay quien llega a transformar el cerebro en víscera y vota aferrado a una disciplina militante que anula su libertad. Le pasa como a los católicos con la fe: les dispensa –y obliga- a no pensar.

En este inusual año electoral, ¿cabe extrapolar los resultados de las Generales del domingo pasado a las próximas, hay alguna especie de similitud entre ellas? El recentísimo barómetro del CIS –hecho, en embargo, antes de las Elecciones Generales- lo da a entender. Yo, creo que no, que los ciudadanos elegimos según qué votamos. 


Y tengo, hoy, un recuerdo cariñoso y de admiración de las tres primeras alcaldesas que tuvo Almería en 1979: Adoración Antolín (UCD), en Uleila del Campo, la alcaldesa más joven de España; Carmen Amate (PSOE), en Pechina; y María Villalpando (UCD), en Senés. Hoy, ser alcaldesa es normal; entonces, una heroicidad.


Estoy¡ feliz El hospital en el que he estado ingresado desde el 21 de diciembre, me ha dado el alta. No sé si definitiva, pero me gustaría creer que sí, pues la infección que me tenía esclavizado, ha desaparecido. 

Me queda ahora volver todos los días hábiles a la sesión de radioterapia y los lunes a la de quimioterapia, pero es, casi, una excursión.

Y Anna María, cariñosísima, ha vuelto a reunirnos en su casa, por lo que paso los días con el bestiote de Alejandro. ¡Cómo crece! Cada día es más risotón y felizote. 


Los niños de Lemóniz Es una novela intensa, dura y dulce de Estela Baz, que vivió –y sus amiguillos- las atrocidades de ETA en torno a la central nuclear de Lemóniz, pues tenía tres años cuando su padre era Ingeniero de la central: amenazas de muerte, acoso, abandono por las amistades y el pueblo en general… Y emociona la actitud sincera de las familias para no dejar sin respuesta ninguna de las preguntas candorosas e inteligentes de los hijos: mientras los padres buscaban bombas en los bajos de los coches, los hijos duendes.
Fraga, rematado Manuel Fraga Iribarne era un personaje excesivo, que empleó ese exceso vital en servir a España durante toda su vida. Primero, en la Universidad y en los gobiernos de Franco, que abrió a la libertad y después, en el primer gobierno democrático, haciendo gala de su patriotismo democrático como fundador de AP y ponente de la Constitución. Y recondujo la derecha hacia el marco de la Constitución. Los Ayuntamientos de La Coruña y de han revocado el nombramiento de hijo predilecto.Me parece una ignominia.Como persona y como español lamento en el alma la muerte de Rubalcaba. Tuve la suerte de conocerlo.



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