Hombre muerde a perro

Uno recuerda haber crecido en las claves de este viejo oficio bajo la premisa orientadora de que la noticia estaba en el hombre que mordía al perro antes que en el hecho inverso. Esa era la fórmula empleada para explicar que existe más relevancia informativa en lo anómalo o infrecuente que en la secuencia previsible de los acontecimientos. He pensado en esto ahora que la prensa almeriense ha destacado, a raíz de la reciente visita al Ayuntamiento del Consejero de Educación, Javier Imbroda, que era la primera vez que un encuentro así tenía lugar. Es decir, que la Junta del PSOE no envió jamás a un Consejero de Educación a repasar la agenda educativa de Almería con su alcalde, por simple hecho de que ninguno de los dos regidores que ha habido en estos últimos dieciséis años en Almería ha sido del Partido Socialista. Y puede que nadie haya reparado en ello o apenas se le haya concedido importancia, pero lo cierto es que durante el tiempo en que el PSOE gobernó la Junta de Andalucía, el sectarismo y la sumisión a la sigla se normalizaron de tal modo que llegaron a confundirse en el paisaje de normalidad partidista que cultivó durante décadas el socialismo en Andalucía. Algo parecido a “si no eres de los míos no existes, no importas y no estás. Y si protestas o te muestras disconforme, diremos que estás confrontando con la Junta.” Así han funcionado las cosas durante demasiados años en Andalucía. Por eso creo que ver a un Alcalde y a un Consejero de dos partidos distintos -Ramón Fernández-Pacheco (PP) y Javier Imbroda (CS)- trabajando juntos para buscar soluciones a los problemas de los almerienses es una buena noticia para todos los almerienses. Si el pretendido “nuevo tiempo” de sentido común que parecen empezar a marcar las relaciones entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía sirve para derribar las barreras del sectarismo y la pulsión partidista, creo que todos saldremos ganando.