La crisis que vive Izquierda Unida se precipitó en las primarias

Juan Torrijos
14:00 • 17 ene. 2019

Les contábamos por este rincón hace unas semanas la sensación que nos daba la intervención de don Rafael Esteban en un pasado pleno del ayuntamiento de la capital, y lo achacábamos a unas primarias celebradas la noche anterior y en la que su candidato, enfrentado a su compañera en la corporación, había perdido. Las caras no podían reflejar otra cosa que no fuera la derrota sufrida, la división vivida y el mal momento personal que sentían los ediles de Izquierda Unida. Las caras de aquel pleno eran la antesala de una crisis que al final ha estallado, pero que no ha sorprendido a nadie, pues se esperaba tras la victoria de Amalia Román y la derrota del candidato al que apoyaba Rafael Esteban. La política no tiene piedad con el perdedor y el señor Esteban lo está viviendo en sus propias carnes, al igual que otros compañeros lo vivieron en su momento, por lo que supongo que tenía asumido lo que iba a ocurrir con su portavocía en el grupo municipal. Tenía los días contados y lo sabía. Habría sido más inteligente por su parte una retirada política a tiempo, dejar de portavoz a Amalia Román, con la misma excusa que ha dado el partido para alejarlo a él, hacer que se vea a la candidata para las elecciones de mayo. El argumento es válido y alguien diría que hasta necesario. Con su retirada a favor de Amalia habría ganado él, pero también lo habría hecho la coalición, que no estaría dando la imagen de crisis y división que ahora demuestra. No son bien recibidas por el personal a la hora de votar, y lo saben los políticos, las divisiones de los partidos. Pero si don Rafael no ha querido favorecer con su retirada a su compañera, la alternativa que ha dado el grupo agrava si cabe más la situación de división que se vive en la formación de izquierdas, denunciada por los críticos de autoritaria, antidemocrática y no sé cuántas lindezas más. La izquierda, como siempre, a la gresca, a la división, al personalismo de los líderes. No tienen solución. Y ahora vendrán las luchas con Podemos y Equo para conseguir fijar y dar lustre a la candidatura. ¿Se pelearán? La experiencia en las pasadas andaluzas así lo demuestra, entre los dos dejaron compuestos a los de Equo y les dejaron vestidos de largo en el altar. Si entre ellos se tratan así, qué no harán con los otros.






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