¿Tanto enchufado hay?

Juan Martínez Fernández
14:00 • 18 dic. 2018

Leo a diario varios periódicos nacionales a la vez que el nuestro, gracias a las ventajas que Internet ofrece a los que vivimos fuera de la ciudad y, sinceramente, no salgo de mi asombro en cuanto a la cantidad de opiniones (legítimas y libres todas ellas) acerca del peligro de que pacten los partidos de centro, centro-derecha, derecha,  y un invento al que llaman ultraderecha que, no veo por ningún lado. Yo que he tenido la oportunidad de ver lo que realmente es la ultraderecha en muchos países con más solera democrática que el nuestro, les aseguro que Vox, está a años luz de aquellos. 


Desde que se dieron los resultados de las elecciones, toda la fuerza de un gran número de articulistas en la prensa así como de intervinientes en coloquios y debates, tanto televisivos como radiofónicos, se está empleando en convencer a Ciudadanos de que no pacte con VOX, o lo que es lo mismo que se entreguen y confíen en las manos del PSOE. Porque, las matemáticas, aun siendo pocas las necesarias para comprender tal cuita, dicen que PP y C’s no suman 55 y eso no es discutible. Y yo me pregunto: Si los andaluces han dejado claro en las urnas su deseo de cambiar de aires - y entiéndase la metonímia como la constatación de que la mayoría de los votantes -, de momento, no quieren más PSOE; ¿A qué viene tanto revuelo? La memoria es un medio necesario para recordar a tanto “consejero” y salvador de almas pobres que, cuando hace dos o tres legislaturas, la opción más votada fue el PP, hasta el punto de quedarse a un diputado de la mayoría absoluta, nadie hizo ascos a que PSOE y IU se unieran para gobernar Andalucía como si pareciera que aquellos eran los salvadores de la Patria y estos los demonios.


 Ni pertenezco a partido alguno, ni me atrevería a asustar a nadie diciendo que esta u otra coalición es el diablo en ciernes, tampoco me puede convencer nadie de que los gobiernos del PSOE hayan sido la panacea para Andalucía, salvo dos provincias que sin los políticos ya estaban en pujanza económica (Almería y Málaga), en el resto poco se ha conseguido, Andalucía sigue siendo la región con más paro de España y en la mayoría de las autonomías, se han construido más hospitales que de Despeñaperros hacia abajo, eso sin hacer bandera de las múltiples quejas que contra la asistencia sanitaria se deja oír en Andalucía (cuestión con la que personalmente no puedo comulgar pues siempre que he necesitado asistencia en Andalucía la he tenido y satisfactoria, hablo de oídas y de protestas en los medios que leo). Y todo eso, sin hacer mención a los asuntos aún en los tribunales y demás bagatelas que afectan a dos presidentes del PSOE y a casi un centenar de imputados. ¿Cuál es entonces el problema? ¿Acaso el riesgo de una pérdida cuantiosa de “pesebres” propiciados por el clientelismo que se produce de forma inevitable cuando el dueño del cortijo se hace centenario?  O quizás, el miedo a que la limpiadora no haya barrido honradamente en los despachos y se descubra porquería debajo de las alfombras. 



Aunque también hay que decir, maguer a algunos moleste, que si PP y C’s se dejan convencer por el PSOE con una simple abstención, estarán todo el tiempo con la espada de Damocles sobre sus hombros; y no exageremos, no creo que nos encontremos ante la necesidad de un gobierno de salvación nacional, pues aquí las únicas sandeces que se han escuchado las ha dicho hasta ahora la izquierda; y lo peor, en caliente, cuando lo que hay que hacer es meditar y asumir responsabilidades. Y tampoco me parece de recibo tomar por imbéciles a PP y C’s. 


Seamos pues, consecuentes con las urnas y dejemos a los que han sido elegidos por el pueblo tomar la decisión que ellos crean más conveniente, al fin y al cabo, la responsabilidad es de ellos, aunque las sufriremos todos; y dentro de cuatro años, volveremos a hablar.





Temas relacionados

para ti

en destaque