Andan muy preocupados por el futuro de la capital de Almería

Juan Torrijos
07:00 • 04 ago. 2018

Hace unos días se reunía el alcalde de la ciudad con la plana mayor de Asempal, José Cano al frente. La preocupación sobre la mesa: el futuro de la capital. Las grandes obras que deben cambiar el futuro y de las que se vienen hablando desde hace un siglo ¿o son dos? El alcalde aportó el proyecto alimentado por el propio ayuntamiento para estudiar con detenimiento las posibilidades que tiene y puede ofertar la propia ciudad en sí, y mientras eso ocurre y se discute de lo hermosa que es Almería, del turismo que está por llegar y de la gastronomía, en peligro está el futuro de las terrazas nocturnas de la ciudad. La justicia andaluza, a petición de un ciudadano almeriense, pone en jaque los nocturnos veladores. Eh, no sea “exagerao”, que es sólo una terraza en la calle Real, cierto, una hoy y teniendo que pagar los daños sicológicos al denunciante por un valor de seiscientos euros, pero mañana, ¿qué me dice de mañana? ¿Cuántas denuncias por ruidos, envidias o simplemente “mala follá” pueden llegar al supremo andaluz y obtener la misma sentencia? El ayuntamiento tiene la obligación de quitar la licencia de esta terraza denunciada por sentencia firme. Un día de estos mi amigo Antonio Hernández denuncia al Kiosco Amalia, y nos podemos ver con un símbolo almeriense cerrado, y si encima hay que pagarle los servicios médicos por la depresión causada por los ruidos de las noches de los viernes y los sábados, veo a otros muchos almerienses, que se quejan de los ruidos de las terrazas en estos días, con la denuncia entre los dientes. Y al ayuntamiento quitando licencias de veladores y a los ciudadanos y turistas buscando lugares con mayor libertad acústica. 


El futuro de la ciudad será la de cerrar a las doce de la noche e irse como una buena chica-chico a dormir, que al día siguiente, aunque sea sábado o domingo, alguien tiene que descansar, y no hacerlo es ponerse de los nervios. De justicia es que se queje, de justicia es que se defiendan sus derechos, de justicia es que se quiten las licencias de las terrazas de los bares y que estos cierren a partir de las doce de la noche. Almería será la gran ciudad para descansar, para dormir, para leer, para pasear, para hablar a media voz, paraíso de jubilaos. Almería la silenciosa. No es mal eslogan para el futuro: La silenciosa.







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