Entre pirómanos y apagafuegos

Esperanza Pérez Felices
00:30 • 13 jul. 2018

Desde hace unos días algunos sujetos del Ayuntamiento de Almería han

decidido que su canción del verano va a ser una deuda de 27.529,78 euros que se ha facturado al Ayuntamiento de Níjar por diferentes conceptos y que desde el año 2007 no se abona. Y lo reconozco, en su mayor parte corresponden a servicios prestados por los Bomberos de Almería pero, además, alguna obedece también a alguna multa de tráfico.


La que suscribe es alcaldesa de Níjar desde mayo de 2015 y fue en 2016 cuando recibió la primera notificación sobre esta deuda. Aún no me deja de sorprender que una administración tan eficiente como el consistorio almeriense estuviese ocho años sin reclamar absolutamente nada, y precisamente coincidiendo con un gobierno local en Níjar del PP. Espero que esa ausencia de comunicaciones no fuese por perdonar deudas públicas a los amigos e intentar cobrarlas después, justo cuando han sido echados por el pueblo de esas responsabilidades. Pero ya en 2016 inicié conversaciones con el primer edil de la capital para encontrar una solución a este problema que, por otro lado, tengo que reconocer es uno de los de menor importancia dentro de los más de 20.000 millones de euros de deuda con bancos que nos dejó su colega del Partido Popular, ahora ex alcalde de Níjar, acompañado de un plan de ajuste con la Agencia Tributaria que nos ha tenido estrangulados hasta que hemos conseguido ir limándola a razón de más de cinco millones euros por año. Ahí lo dejo.



Quizás esperaban que desde el Ayuntamiento de Níjar contestásemos con palabras gruesas, o que entrásemos en un rifirrafe de notas de prensa que les ayudase a desviar la atención sobre sus propios problemas internos y procesos de primarias, pero la prudencia no parece estar en el orden del día de este joven equipo de gobierno, y lo que tengo claro que no figura en su agenda es contrastar los datos de aquello que se reclama, porque sólo con hacer una pequeña revisión de lo que piden, podrían haber llegado a la conclusión de la barbaridad que están haciendo. 

Y me explico. Del total de la deuda que exigen resulta que tenemos, por ejemplo, tres partidas de asistencias de bomberos de Almería que suman 7.220,24 en 2008, 8.342,02 en 2010 y 6.427,05 en el año 2012 ¿Extinción de incendios? Pue no.



Son los costes de los retenes de bomberos que como prevención se enviaban a las ediciones de Expolevante que se celebra en Campohermoso y que, ojo al dato, años atrás organizaba una empresa privada elegida por el alcalde de aquellos años. Sí, compañero del Partido Popular del actual alcalde de Almería y con quien estos días hemos visto en unas fotos entregando estrellas a artistas que ruedan en la capital. Imagino que no aprovechó el acto para pedirle alguna explicación de por qué no pagó en su momento, y del marrón que le ha dejado al tener que reclamarle ahora a otros.


Sólo con sumar esos tres años de retenes en la Expolevante de Campohermoso que organizaba una empresa elegida por aquel alcalde popular, nos encontramos con 21.989,31 euros del total de la deuda que, de principio, podemos poner en duda que sean responsabilidad del Ayuntamiento de Níjar. 



A partir de ahí podríamos evaluar cada caso y averiguar por qué en las actuaciones que se han hecho en viviendas o fincas particulares no se les reclamó a las aseguradoras de sus titulares. Podríamos, pero no lo haremos.


Mi intención como alcaldesa no es entrar en esa guerra de cifras, responsabilidades o fechas. Me basta con encontrar la solución a un problema tan evidente como el hecho de que el municipio más extenso de Almería, sobre el que recae la enorme responsabilidad del Parque Natural que es la principal seña de identidad de esta provincia, no tenga un mínimo retén propio de bomberos. Quizás cuando terminemos de pagar las deudas de nuestro antecesor podamos invertir en este servicio o incluso acordar con la Diputación Provincial un modelo similar al que ya funciona en otros puntos de nuestra geografía, como compensación por lo que aportamos a la institución provincial y en apoyo a ese objetivo que seguro que nos ocupa a todos y que no es otro que sacar a Níjar de esa última posición del ranking de las rentas medias de España.

Lo que sí tengo claro es que ni es momento de pirómanos, ni de apagafuegos.


Ahora lo que toca es apoyar la campaña de verano, porque el turismo es nuestra segunda fuente de ingresos, y la imagen que queremos vender no es la de un municipio que podría quedarse sin asistencia de bomberos por no pagar una factura de 27.000 euros que se olvidaron reclamar durante ocho años de gobierno del PP, porque sencillamente eso nunca podría ocurrir, palabra de alcaldesa.


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