Ni nacionalismos ni independentismos excluyentes

cc. oo
23:50 • 18 abr. 2018

Desde el inicio del conflicto catalán, UGT y CCOO nos hemos pronunciado a favor de abordarlo políticamente, encauzándolo a través del diálogo, que requiere, a nuestro juicio, renunciar al inmovilismo por parte del Gobierno y al unilateralismo por parte de las fuerzas políticas independentistas.


Creemos que es urgente conformar un gobierno en Cataluña dentro del marco constitucional y estatutario porque es necesario que ese gobierno se preocupe de los problemas de la gente y gestione los asuntos públicos que permitan a la ciudadanía vivir con dignidad. El paro, la desigualdad, la precariedad laboral, las  pensiones y tantos otros problemas que ahogan a las personas deben ser el foco principal de atención de cualquier gobierno y, claro está, para esto hace falta voluntad política, tanto desde la Moncloa como desde la Generalitat.


Como sindicatos de clase siempre hemos insistido en impulsar la agenda laboral y social y en colocar en el centro de la acción política y de la concertación social los problemas económicos, laborales y sociales que aquejan a nuestra sociedad. Por tanto, nos oponemos y rechazamos rotundamente todos esos mensajes disgregadores y de enfrentamiento entre los trabajadores y trabajadoras de los diferentes lugares de España, contribuyendo a que olvidemos las verdaderas miserias de este país.



A raíz del problema catalán han surgido numerosas voces que han asegurado que, tanto UGT como CCOO, apoyamos el movimiento independentista catalán y vamos del brazo de los que quieren romper la convivencia en España. 


Toda esta avalancha de mentiras y calumnias, a las que ya estamos acostumbrados, por desgracia, vuelve a tener un único objetivo: derribar y acabar con el sindicalismo de clase. Porque derribando al sindicalismo se derriba el dique de contención existente entre el trabajador y aquellos que quieren atropellar y quebrantar sus derechos; se acaba, en definitiva, con la negociación colectiva.



Desde CCOO y UGT Almería sentimos profundamente que se utilice el conflicto catalán como herramienta para empañar la labor de tantos delegados y delegadas cuyo fin no es otro que la recuperación de los derechos laborales que el Gobierno de la nación y el de la Generalitat han venido cercenando en los últimos años, poco a poco y casi sin que nos demos cuenta. Que, además, estas  mentiras y patrañas sean alentadas por otros sindicatos, como CSIF, con el único objetivo de arañar un puñado de afiliaciones es, doblemente, triste. Con todas las dificultades por las que atraviesan millones de personas en este país, cualquier organización que se vanaglorie de defender a los trabajadores y trabajadoras no debe dedicar parte de su tiempo a enredar, malinterpretar los mensajes de ambas organizaciones y desvirtuar la labor de los sindicalistas.


Sólo nos queda decir que el sindicalismo de clase resulta, a todas luces, incompatible con cualquier tipo de nacionalismo porque nuestro objetivo es el bienestar de todas las personas, sin excluir a nadie e independientemente de su género, de su ideología, de su religión, y, sobre todo, independientemente del lugar en el que hayan nacido y en el que vivan.





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