El AVE, ¿voló?

Somos tontos de buenos: debemos hacernos insoportables, pero no aquí: en Madrid, colapsar los viernes en hora punta la M-30 o Cibeles. Dijo Rato en 1999: `habrá Autovía

Fausto Romero-Miura Giménez
23:37 • 25 mar. 2017

Es lo lógico: las aves, vuelan. Lo ilógico es que a un tren le llamen AVE. Aún así, es extraño que un tren vuele, pero el de Almería -el AVE, sí- ha volado. Sólo ha dejado tres carísimos túneles -250 millones de euros- diseminados como cagarrutas, y tapiados hace ya tres años, en medio de la nada: esta semana se ha echado a Sacyr, la empresa ¿constructora? A empezar de nuevo toca. Llevamos casi cinco años sin mover un mísero terrón de tierra, y parece que, en ese tiempo, se han esfumado mil millones de euros.
Somos tontos de buenos y, como siempre fuimos pobres, nos conformamos con lo que nos dan, cuando nos lo dan... si nos lo dan. En Almería estamos acostumbrados a que todo llegue con retraso... si llega.
¿Qué está pasando con la Plaza del Ayuntamiento que, curiosamente, no depende de éste sino de Sevilla? ¿Y con el Hospital materno-infantil. Y con...?
La Autovía –andaluza- de 1992, la que iba a “vertebrar Andalucía”, llegó en 2002.
La del Mediterráneo, con Málaga, se acabó, por fin, en octubre de 2015 –en vísperas electorales, como es lógico- tras más de veinticinco años. Por cierto, que en el acto de la inauguración dijo Rajoy que “ahora” le tocaba al AVE de Almería con Murcia. ¿Y...? 
La Autovía del Almanzora –andaluza- lleva ocho años de retraso. Y no hay ni trazas de que algún día pueda salirse de Almería por Andalucía camino de Madrid en autovía, sin tener que tomar la carreterilla del puticlub “El buen pastor”, entre Darro y la Venta de la Nava.
Me acuerdo, claro, de aquella campaña de “Almería sin salidas”, iniciada en 1987 por José Vallejo (Cámara de Comercio), Enrique Martínez Leyva (“Plataforma Publicidad”) y aireada a diario por Antonio Felipe Rubio en la rompedora y libérrima Antena-3, y con anuncios pagados en toda la prensa nacional. Como recuerdo la “Burro Marcha” de Pepe Guijarro, Juan Antonio Verdejo y “Don Tadeo” de Villaricos. ¿No dijo Kennedy “no preguntes lo que la sociedad puede hacer por ti; pregúntate qué puedes hacer tu por la sociedad”? Ellos lo hicieron. Y resultó.
¿Y hablamos del tren? 
Nos robaron el “esprééés”  (pronúnciese “ehpréééh”) a Madrid, el tren nocturno que permitía no perder dos jornadas de trabajo y ahorrarse un hotel. ¿Hicimos algo? La misión de los Gobiernos es hacer realidad el Estado social  de derecho que implica acercar preferentemente a los más lejanos. Y Almería es la capital de provincia de España más alejada de cualquier otra. La más necesitada de dejar de ser una isla. Pero, claro, Almería da pocos diputados. 
...No se puede ir a Sevilla en el mismo tren: hay que transbordar. El viaje en Talgo a Madrid, en vez de rebajar los 23 minutos prometidos en septiembre, ha aumentado la duración en 20, porque hay 67 limitaciones de velocidad. ¡Pá mear y no echar gota! Si viaja en Talgo, tiene usted garantizado envejecer plácidamente durante el viaje.
Y hablemos un poco del AVE. 
De cara a los Juegos Mediterráneos de 2005 el 19 de abril de 1999 Mariano Rajoy dijo: “el apoyo del Gobierno a Almería será total”, y Rodrigo Rato –entonces, Vicepresidente del Gobierno y hoy famoso por otras actividades- el 4 de mayo año garantizó que “habrá Autovía con Málaga y Euromed antes de 2005. Almería será, en el 2005, la capital de España”, lo que reiteró, por escrito, en noviembre. ¡Sólo han pasado 18 años!
Y a principios de 2002 el Gobierno del PP se comprometió a cambiar el prometido Euromed de 2005, tren de Velocidad Alta, por el AVE, tren de Alta Velocidad. 
Desde que somos tan finos que hemos sustituido pueblo   por sociedad civil  –inexistente en Almería: somos 700.000 almas, no un alma única- hemos perdido las virtudes raciales. Parecemos gallegos: “los gallegos solemos ser más prudentes que entusiastas”,  decía C.J. Cela. Esto, antes, lo arreglaba el pueblo.  Por mucho menos, Líjar le declaró la Guerra a Francia y tardó cien años en firmar la paz. ¡Eso es constancia! 
Debemos dejarnos de paños calientes y hacernos insoportables, pero no aquí: en Madrid, colapsar los viernes en hora punta la M-30 o Cibeles y hacer que les martillee la coplilla “no sé qué tiene, madre / el AVE de Almería, / que no lo puedo olvidar / ni de noche ni de día.” Los políticos son cobardes, y pagan lo que sea para que no se  altere la paz social.
¿Y qué ha pasado con el tren adaptado a personas con movilidad reducida?
Lo de Almería con el tren no tiene perdón de Dios. Si hay infierno, de cabeza irán a él todos los timadores ferrocarrileros.
En Almería, de obra en obra, pasa como en el chiste que cuenta Emilio Lucas: “Manolo, llévame al cine.- Purita, si te llevé.- Pero Manolo, es que ahora es sonoro.” 


El juez y el teléfono


Luis M. Columna, Juez de lo Penal, ha absuelto a una madre denunciada por su hijo ¡de 15 años!, por quitarle el telefonino para que estudiase porque tenía un examen. Fiscalía acusó.
En esta sociedad loca hay jueces cuerdos. “El Juez debe tener la seguridad de que su conciencia es entendida y compartida por la conciencia de la comunidad social a la que pertenece y a la que sirve”, dice el T. Supremo. Jueces así nos reconcilian con la Justicia, que ha de ser sentido común. Educar es un deber, no un delito.




¡Coño con Jeromo!


El socialdemócrata holandés -¡barridos en sus elecciones!- Jeroen Dijsselbloem le afanó a Luis de Guindos el cargo de Presidente del Eurogrupo, que coordina a los Ministros de Economía de toda Europa.
Sin embargo, el cafre no ha economizado a la hora de decir de los países europeos del Sur, España incluida: “no puedo gastarme todo el dinero en copas y mujeres y pedirte luego [a los nórdicos] que me ayudes”. 
¿Socialdemócrata progresista? Racista, machista, ya está durando mucho. ¡Ay de la sexagenaria Europa!




El metal de las edades


Es un poemario, escrito durante treinta años, por Javier Irigaray, andaluz serrano convertido en argárico. Una poesía hermosa y densa, no siempre feliz, que deja al lector la tarea de entenderla a su manera, de sentirla, de pensar, de reaccionar... Es una coctelera de sensaciones y emociones. Cada poesía –siempre breve-, incluso cada verso, es un dardo de un metal distinto, que nos penetra y agita. Es una poesía inteligente, dura –a veces amarga, a veces irónica- y hermosa. Sólo morir perturba el gesto.





Temas relacionados

para ti

en destaque