Talleres Oliveros: origen de la Almería industrial

`Buceando en la historia descubrimos que esta fábrica existía ya desde 1880 y que su devenir está ligado al ferrocarril`

Pedro Mena Enciso
23:12 • 13 mar. 2017

Hoy, Martes 14 de Marzo a las 20’30, la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Almería (ASAFAL) inaugura en el Patio de Luces de la Diputación una extraordinaria y original exposición: La Almería Industrial, Memoria Fotográfica de los Talleres Oliveros. El evento se prolongará hasta el 30 de Marzo y está abierto a todos los ciudadanos. Pero, ¿por qué estos Talleres fueron un referente industrial para Almeria? El anuncio de la propia empresa dando a conocer su reapertura, al finalizar la Guerra Civil, ya es suficientemente significativo: “Grandes talleres de fundición, construcciones metálicas, carpintería, construcción y reparación de material ferroviario con vía apartadero de los ferrocarriles andaluces”. Buceando en la historia descubrimos que esta fábrica existía ya desde 1880 y que su devenir está ligado al ferrocarril. Efectivamente, cuando se inaugura el tren Almería-Linares comienza la verdadera historia de estos talleres que, con el paso del tiempo, extendieron su negocio a una serie de actividades relacionadas con el ferrocarril y a otros sectores como, por ejemplo, la fundición en esta fábrica tanto de la Estatua de la Caridad como de las Campanas de la Catedral. Como bien ponen de manifiesto, en su excelente investigación, mis compañeros de ASAFAL, la trágica guerra incivil, afectó también gravemente a esta empresa almeriense que, no obstante, resurgiría con nueva fuerza y pujanza al final de la guerra. Desde Almería en el Tiempo no vamos a continuar con esta singular historia para remitir a los lectores al Patio de Luces de la Diputación, donde nuestros amigos de ASAFAL muestran un gran archivo, inédito en muchos casos, de documentación escrita, gráfica, fotográfica…que vienen a difundir una realidad industrial ferroviaria que es imprescindible divulgar. ¿Cómo recuerdo el célebre pito de Oliveros, esa sirena italiana referente ciudadano para saber la hora, que muchas veces oíamos los niños cuando íbamos a clase o en otros momentos de la jornada y que marcaba la entrada y salida de los obreros?. Además de los talleres, esta auténtica industria tenía un edificio de dos plantas: la inferior dedicada a almacenes, garaje, economato… y la superior a oficinas, gabinete médico, comedor para los obreros e incluso habitaciones-viviendas para los directivos…Las instalaciones constaban también de duchas y, podemos decir, que varias generaciones de jóvenes de la posguerra accedieron a su primer empleo en Oliveros. Enhorabuena a ASAFAL por esta magnífica exposición imprescindible para conocer el espíritu emprendedor de una familia y sus dificultades para sobrevivir así como la evolución de una industria ya desparecida pero que formará parte para siempre de nuestra Memoria Histórica.







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