Las 100 Horas, presentes en toda la familia Jiménez

Cada año José Juan Rubí manda las primeras camisetas a sus descendientes

Puri Jiménez con sus nietos en La Salada luciendo las camisetas.
Puri Jiménez con sus nietos en La Salada luciendo las camisetas. La Voz
Tony Fernández
15:43 • 06 ago. 2022

Se acercan las 100 Horas del Deporte a la villa de Roquetas de Mar, y cumpliendo con la tradición el principal impulsor del evento, José Juan Rubí, concejal de Deportes y Tiempo Libre, hace un regalo a los descendientes del mítico periodista roquetero, Antonio Jiménez Alcaraz. Rubí y la familia del que fuera alma de le villa roquetera siguen tan unidos como en aquellos tiempos cuando Jiménez lideraba la comunicación de una ciudad en expansión que hoy se ha convertido en la capital del deporte.



Inolvidable



Las nuevas generaciones de roqueteros siguen practicando deporte y cumpliendo con la tradición de las 100 Horas sin saber toda la labor que realizaron hombres como Antonio Jiménez (brazo derecho de Rubí) a la hora de expandir por el mundo todo lo que sucedía en la villa roquetera a lo largo de esas horas deportivas que desde la primera edición hicieron que a la villa se acercaran ciudadanos de todos los rincones de España.



Jiménez Alcaraz se entregaba tanto a su trabajo que nunca tuvo conocimiento exacto de la magnitud que representaban sus crónica, hoy tesoros de la hemeroteca. Pasarán mil años y Roquetas seguirá recordando a su mejor cronista. A un hombre entregado a su labor ejerciendo de roquetero las 24 horas del día.



Tradición



Antonio Jiménez siempre tuvo en casa las camisetas de las 100 Horas que lucía su hijo y la ahora destinataria directa, Puri Jiménez, la hija, su ojito derecho que hoy ejerce de madre y abuela con los biznietos de Jiménez que siguen recibiendo las primeras camisetas del gran evento como siempre lo hizo José Antonio Belmonte Jiménez, conocido por todos como Gorri.



La Salada



Puri Jiménez y sus nietos se hicieron la foto con la camiseta de las 100 Horas del Deporte en La Salada, ese templo del buen pescado y la casa de Gorri donde cada día se habla de fútbol y de Roquetas porque el abuelo así lo manda desde el cielo con ese cariño infinito como les trató.

Cuesta imaginar unas 100 Horas de Roquetas sin los Jiménez que de una forma o de otra se hacen presentes en ellas. En el cielo y en la tierra por los siglos de los siglos Antonio Jiménez.



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