La importancia de depender de sí mismo

La sartén por el mango. El Atlético Pulpileño y la Segunda RFEF han iniciado la cuenta atrás para cerrar la temporada y los almerienses cuentan con la ventaja de depender de sí mismos para salvar la categoría en un año histórico para el club. Mariano Muñoz y Pulpí pelearon mucho para tener fútbol de alto nivel en San Miguel y van a seguir poniendo todo lo que esté en su mano para mantener una de las dieciocho plazas del Grupo V.

El empate del domingo en casa ante el Toledo, colista y con la permanencia casi imposible, no dejó un buen sabor de boca en los rojinegros, pero los demás resultados acompañaron y los 34 puntos mantienen al equipo fuera de los puestos de descenso. La lucha va a ser tan intensa que hasta el último suspiro todo va a estar abierto. Los almerienses son duodécimos con 34 puntos, uno por encima del Atlético Levante, en promoción de descenso. La alerta roja viene con el Mancha Real, también con 33 pero ya en la zona caliente de la tabla. El Águilas se queda con 31 y después el escalón con Marchamalo (25), Puertollano (23), y Toledo (23).

Final en Guadalajara

El encuentro del domingo (18:00 horas), en La Solana, puede determinar mucho lo que ocurra en el futuro porque solo quedan seis jornadas para acabar la competición. El Pulpileño visita al Marchamalo, de la provincia de Guadalajara, consciente de que una victoria le auparía hasta los 37 puntos. Le puede echar una mano el Poli El Ejido ganando en Mancha Real. Aunque los últimos resultados, sobre todo en casa, no han sido del todo positivos, empatando con Águilas y Toledo, los de Sebas López acumulan cuatro jornadas sin conocer la derrota, por lo que sumar siempre es importante cuando no puedes vencer.

A los rojinegros les quedan fuera de casa Marchamalo, Intercity, que lucha por la primera posición junto a La Nucía, y Alzira. Por San Miguel tienen que pasar todavía Recreativo Granada, Mar Menor y Socuéllamos. El objetivo de la salvación está en manos de los almerienses y no quieren meterse en problemas después de un curso tan complicado como exigente.