Francisco: “Tengo una espada clavada”

"Felicitar al Rayo por el ascenso". Así comenzó la rueda de prensa más dura para Francisco Rodríguez, entrenador del Girona. Pasadas las once de la noche del domingo el Rayo Vallecano remontaba un 1-2 adverso y conseguía el último billete hacia la máxima categoría. Todo iba de cara para los catalanes, pero como bien apuntó el almeriense, "solo hemos perdido un p... partido en tres meses y ha sido el último". Diez meses de trabajo con un cuerpo técnico también con gente de la tierra como José Ortega, Sergio Pardo, más dos personas arraigadas a la ciudad como Jaime Ramos y Joseba Ituarte. Lo que consiguió Francisco es récord, pero con un final triste. Dos finales de Play Off en menos de un año siendo derrotados por Elche y Rayo respectivamente: "Es un palo grande, porque habíamos remado mucho, había ilusión por el ascenso, y es duro. Era una final y la perdimos. Volverá a salir el sol y nos volveremos a levantar".

Tristeza

Álvaro García y Óscar Trejo dieron la vuelta a la eliminatoria en la primera mitad, llevando la desolación a la grada de Montilivi. Tras el descanso mejoraron los catalanes, generaron ocasiones, pero ninguna llegó a la red. Francisco lamentó que esta vez la moneda no cayera de su lado: "Las sensaciones en la primera mitad fueron malas, porque nos pillaron en el gol en un error nuestro. Tras el descanso nos repusimos, pero no materializamos las oportunidades. Arnau, Stuani, Yoel... una vez que no has conseguido el objetivo de subir la sensación es mala". Eliminó a la UD Almería en semifinales sin encajar ni un gol, pero en la final se encontró con el 0-2 de Montilivi.

Su futuro

No está claro que el míster vaya a continuar en el Girona. No quiso entrar en profundidad en el análisis sobre su futuro, aunque a título personal sí que reconoció que pronto superará este nuevo varapalo del deporte: "Lo único que le puedo decir es que el club volverá a intentarlo, por la gente que trabaja aquí. El año que viene se puede pelear. No creo que ahora sea el momento de hablar de mi futuro porque mi cabeza es un bucle de emociones, con mis jugadores tocados y la afición desolada. Nos iremos levantando, recuperaremos la ilusión y volveré a estar a tope en unos cuantos días".

Espina

Se dirigió a los aficionados del Girona y también a la plantilla, que no se podía creer el resultado ni el final tan cruel: "En diez meses he tenido dos finales con el Girona y las hemos perdido, así que no tengo una espina, sino una espada clavada. El impulso para el futuro tiene que ser más fuerte. Ha sido un año muy difícil, pero ha sido el único p... partido que hemos perdido en tres meses y sería injusto decir que ha faltado algo. Hemos llegado unidos al final, con gente de nivel, joven, y en el Girona veo mucho futuro".