Mucha ventaja, muchos errores

Es el reflejo de los últimos meses de la UD Almería. El empate con el Oviedo tuvo sabor a derrota por la forma en la que se produjo, dejando escapar una clara ventaja de 2-0 con un rival que casi había entregado la cuchara en el descanso. Dio Rubi en la clave de un desenlace que hasta la fecha no se había dado, ni siquiera en la etapa de Gomes. El equipo se fue diluyendo y se terminó de caer con el 2-1 de Obeng. La fragilidad en el aspecto anímico no deja evolucionar ni asegurar, de momento, un resultado que parecía cerrado o incluso corto a tenor de la primera mitad realizada por el equipo. Desperdiciar dos tantos no se había dado en el presente campeonato. Solo se podría parecer el 2-2 con el Sabadell, con los rojiblancos adelantándose dos veces en el luminoso sin encontrar el éxito de la victoria en casa.

La racha
Nueve jornadas de pura depresión, con una victoria, cinco empates y tres derrotas. En cuanto a goles, diez a favor y diez en contra. Pero los números pueden parecer fríos. Descartado el ascenso directo, que era el objetivo principal de la campaña, tampoco está seguro el Play Off matemáticamente y, por tanto, la tercera plaza, que debe ser la meta previa a iniciar las eliminatorias por la Primera. De hecho, el séptimo clasificado está más cerca que el segundo, un Real Mallorca que no falló y que accederá por la vía directa a la máxima categoría.

“Tengo mucho trabajo por hacer en el Almería”, esa fue la reflexión de Rubi, que quizá no esperaba tanta debilidad psicológica en el vestuario, apretado por la situación y la racha sin conseguir triunfos. El pasado quedó atrás y en el futuro nadie sabe lo que puede ocurrir, aunque con estos problemas de regularidad cuesta bastante ser optimista con el Almería. El rival no tiene que hacer mucho para ver portería ni para sumar. Un 2-0 en tu campo nunca puede terminar en empate con lo que hay en juego. Cinco jornadas para asegurar una plaza de Play Off.