Una victoria para sonreír

El ascenso directo se ha escapado, pero no la Primera División. La plantilla y cuerpo técnico de la UD Almería se agarran al Play Off para alcanzar el objetivo y a diferencia de la pasada campaña ahora sí hay tiempo para llegar en las mejores condiciones a las eliminatorias. En el curso anterior, marcado por la cuarentena y una competición que se disputó al límite para cumplir las fechas, desgastó mucho a los futbolistas en el plano físico, porque hubo pelea por la segunda plaza hasta la penúltima jornada, y también en el mental, con muchos cambios de entrenador y un Play Off al que no se llegó con los cinco sentidos. Por aquel entonces también era José Gomes el míster, una persona que no ha cambiado su discurso ni el reto deportivo, que es meter al club en la máxima categoría.

El detalle

En el entrenamiento de este jueves la principal ausencia fue Iván Balliu, con una lesión muscular que probablemente le deje fuera de combate este domingo en Anduva. Su puesto será ocupado por Aitor Buñuel, que mostró un buen nivel en su última titularidad, que data de la visita al Girona (0-1). El resto de jugadores sí están disponibles, ya que José Corpas ha cumplido la sanción y los apercibidos no vieron cartulina. Hubo circuito de calentamiento con Víctor Fortes y después rondos, justo antes de pasar al trabajo táctico.

José Gomes

El míster habló en el inicio de la sesión con André Bikey, el hombre que más conoce y trabaja con la línea defensiva del Almería. Los problemas para dejar la meta de Makaridze a cero viene siendo la tónica habitual de la temporada, aunque nunca es tarde para hacer algún cambio de sistema pensando en el Play Off, donde un gol en contra tiene demasiado peso. Además, Gomes también charló unos minutos con Umar Sadiq mientras cambiaban de ejercicio, y es que el nigeriano también debe recuperar su versión arrolladora. Precisamente lo que necesita el vestuario y el propio entrenador es una alegría que les permita sonreír otra vez y percibir el futuro con algo más de optimismo, porque a pesar del empate con el Espanyol la crisis de resultados todavía no se ha dado por cerrada.