¿Por qué tira el Almería los partidos en los últimos minutos?

Entre los puntos que le faltan a Turki Al-Sheikh y los que pierden sus niños

El Real Mallorca es un buen espejo para el Almería.
El Real Mallorca es un buen espejo para el Almería. Juan Sánchez
Tony Fernández
13:44 • 07 abr. 2021

El control de los partidos es un arte. Hay entrenadores y futbolistas que lo manejan y otros que no dan una. El Almería tiene 8 puntos menos que le faltan a Turki Al-Sheikh por errores arbitrales y otros 7 que los han perdido sus niños: ellos solitos.



Son 15 puntos que nunca volverán y que se han perdido para siempre. Los de Turki no se entrenan pero los demás están en las manos de un entrenador y de una plantilla a la que le falta experiencia.



El Almería no está líder por el manejo de la presión y la falta de experiencia en su plantilla. José Gomes ha sabido echarse el equipo a sus espaldas pero los jugadores son los que deciden y lo hicieron mal.



Una falta táctica



En el 0 a 1 ante Real Mallorca y Rayo Vallecano está reflejado el Almería. Dos llegadas por banda con centro y remate. Dos jugadas calcadas que en el 90 de partido son de pecado mortal. La del Mallorca con los centrales marcando en zona y Abdón Prast suelto por el área y la de Bebé (más reciente en el tiempo) cruzando todo el campo sin que nadie le meta la pierna. Son dos goles de equipo blando. Lo del marcaje en zona del Almería es preocupante porque dejan suelto por el área al mejor hombre rival.



Tarjetas gratuitas



Cuando se llega al final del partido con un futbolista menos se suela pagar. Le ha pasado al Almería por ganarse a pulso tarjetas gratuitas que se pueden evitar. El contrario haciendo más faltas ve menos amarillas. A esto hay que unir la 'valentía' de un entrenador de dejar a Ivanildo con una amarilla en el campo sabiendo que podía pasar que lo mandaran al vestuario. Cualquier entrenador nacional lo quita al descanso para evitar riesgos.



El otro fútbol

No tenemos en la plantilla jugadores 'perros' capaces de parar un partido en ventaja y hacer nacer el otro fútbol. Jugar con el tiempo y con el rival. Saber leer el choque y decirle al contrario que esto se acabó. El segundo gol de Ponferrada es el vivo reflejo de lo que digo. Han volado puntos en la recta final de los partidos porque el equipo es tierno y entra en pánico cuando le atacan por banda y le rematan todo por arriba.


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