¡Arriba los corazones y la ilusión!

El tiempo de reflexión ha pasado y la UD Almería pasa a la acción. Los jugadores y el cuerpo técnico disfrutaron de la jornada de descanso este martes y ya han retomado la actividad en el Anexo del Mediterráneo. El equipo es consciente de que no quedan muchas oportunidades para pelear por el ascenso directo y para seguir vivo en esa pelea necesita ganar el domingo en La Romareda. La irregularidad en los últimos cinco duelos, con cinco puntos de quince posibles, unido al polémico arbitraje de López Toca ante el Leganés, provoca que se empiece a hablar de final contra el Real Zaragoza, que este año también está inmerso en la lucha por un objetivo clave para la entidad, que es evitar el descenso. Este miércoles, regreso a los entrenamientos con una ausencia importante, aunque ya el lunes se quedó al margen haciendo fisioterapia.

Sergio Akieme no saltó con sus compañeros al césped por unas molestias. Cabe destacar que el lateral izquierdo ha sido titular en los últimos ocho compromisos de Liga y en la semana de tres partidos tampoco descansó. José Gomes y el cuerpo técnico lo miman para que llegue al domingo en las mejores condiciones. En caso de que esa dolencia no desaparezca, el valenciano Álex Centelles está preparado para asumir la titularidad después de haber superado una lesión hace algo menos de un mes.

Saben en el vestuario que no se puede mirar al pasado ni dar un paso atrás para tomar impulso. El ascenso directo está a cinco puntos -seis contando el gol average-, ya que el Real Mallorca es el rival más cercano en estos momentos. El Espanyol, imparable, se ha ido hasta los siete de ventaja. En la sesión se mezcló la sensación de necesidad, obligación y reacción, porque aún con posibilidades limitadas, el equipo no se rinde en la carrera por el ascenso directo. Todo apunta a que la sesión de este jueves será a puerta cerrada, para que José Gomes pueda trabajar con más tranquilidad con la alineación que se mida a un Real Zaragoza que viene de ganar en Fuenlabrada.